Por El Contendor
Hay una gran distancia temporal y espiritual entre el
púlpito y el proscenio, Pero antes de desarrollar el tema en detalle, considero
conveniente definir ambos vocablos del encabezado:
El púlpito es
una plataforma pequeña y elevada con antepecho,
que hay en algunas iglesias para predicar desde ella.
Proscenio es la parte del escenario más inmediata al
público. Y a su vez, el escenario es
la parte del teatro construida y
dispuesta convenientemente para que en ella se puedan colocar las decoraciones
y representar las obras dramáticas o cualquier otro espectáculo.
Desde la época del antiguo testamento, el amud
(púlpito) ya existía en los templos judíos y en las sinagogas. En el evangelio de Lucas 4:16-21 se nos
describe la escena donde el Señor parado frente al amud, recibe de manos del
jazán el rollo (libro) de Isaías, lo
abre y comienza a leer Isaías 61:1.
Este pasaje describe la liberación de
Israel del cautiverio babilónico como un año de jubileo en el que se cancelaban
todas las deudas, se liberaban los esclavos y se devolvían las propiedades a sus
dueños originales (Levítico 25). Pero la liberación del cautiverio no trajo lo
que el pueblo esperaba; todavía era un pueblo conquistado y oprimido. De ahí
que Isaías quizás se refería a una era mesiánica futura. Jesús con audacia
anunció: "Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros".
Jesús se proclamó como aquel que haría que estas buenas nuevas sucedieran, pero
de una manera que la gente era incapaz de entender.
Estos comentarios enfurecieron a los de Nazaret, porque
Jesús decía que a veces Dios decidía alcanzar a los gentiles antes que a los
judíos.
En la sinagoga de Nazaret, Jesús reveló desde el púlpito, públicamente, su misión por primera
vez, como dice el texto del evangelio “los ojos
de todos en la sinagoga estaban fijos en Él.”
Pero
su propio pueblo oyó estas palabras pero no las entendió.
Desde
aquél amud (púlpito) de la sinagoga de
Nazaret hasta los púlpitos de la actualidad, han pasado 2000 años.
Han
cambiado los pastores, han cambiado los rebaños, pero lo que no ha cambiado es
la ceguera espiritual de muchos de los que escuchan frente al púlpito.
Dejando
atrás la época de los principio del cristianismo, donde predicadores como los
apóstoles nombrados por Jesús, predicaban con denuedo las buenas nuevas de la
salvación. En el libro de los Hechos 4:13 – 4:29 – 4:31 – 13:46 – 14:3 – 18:26
y 19:28 y en Efesios 6:19 y 6:20, se encuentran con insistencia las frases
“hablar con denuedo” o “dar a conocer con denuedo” la Palabra de Dios, esto
quiere decir que los apóstoles predicaban la Palabra de Dios con Brío,
esfuerzo, valor, intrepidez, aún a riesgo de sus propias vidas.
Ya en
tiempos más actuales, tenemos grandes hombres de Dios que han honrado sus púlpitos como por ejemplo Jonathan Edwards, George
Whitfield , Charles H. Spurgeon, Gardiner Spring, etc.
Pero
hace poco más de 100 años, los púlpitos comenzaron a sufrir una metamorfosis,
no sólo en su forma sino también en las prédicas que se difundían desde sus
estrados; pastores y grey comenzaron a
cambiar.
En el
año 1906, William Seymour, (hijo de esclavos, de raza negra) fue a una pequeña
iglesia de Los Ángeles para predicar que “hablar en lenguas” era parte del
camino de la salvación. La congregación rechazó su mensaje y lo echó.
Pero firme en su convicción, Seymour inició su propio
grupo de oración, primero en la casa de un amigo y después en una iglesia
abandonada en el nordeste de Los Ángeles. En semanas, gente de todas las razas
acudía a los servicios en los cuales los
feligreses se caían al piso y proferían sonidos extraños e ininteligibles.
El movimiento que inició y que provocó titulares internacionales se considera el germen del moderno pentecostalismo. Luego de allí se derivaron infinidad de sectas muy perniciosas especialmente las sectas neopentecostales.
El movimiento que inició y que provocó titulares internacionales se considera el germen del moderno pentecostalismo. Luego de allí se derivaron infinidad de sectas muy perniciosas especialmente las sectas neopentecostales.
A partir de allí, el Adversario (Satanás) de la Sana
Doctrina comenzó un sutil trabajo de infiltración entre los verdaderos
creyentes cristianos, introduciendo desde enseñanzas no bíblicas hasta
verdaderas herejías. No es necesario que me explaye aquí sobre este tema del
pentecostalismo pues ya lo he desarrollado con extensión en mi publicación del
09/03/11 en este mismo blog, bajo el título de “El Pentecostalismo Parte 1”.
Con William Seymour
comenzó una generación donde las personas que acudían a los servicios ya no
querían andar solamente por fe.
Eran como los que Jesús
reprendió en Mateo 16:3 ……..
“¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡más las señales de los tiempos no podéis!
Mat 16:4 La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y
dejándolos, se fue.”
Cuando desde el pulpito se anuncian señales y milagros la gente
acude por cientos, por miles.
El efecto es parecido al que produce un papel cazamoscas. Éste es
un papel al que se le unta una sustancia atractiva para el insecto (puede ser
miel, azúcar, etc.), mezclada con una sustancia altamente pegajosa. Cuando la
mosca posa sus patas allí ya no puede despegarse y termina muriendo atrapada.
Aquella congregación de esa pequeña iglesia de Los Ángeles rechazó aquel mensaje de
William Seymour que afirmaba que “hablar en lenguas” era
parte del camino de la salvación. Demostró
ser una Iglesia de Sana Doctrina, y el
Señor estaba en medio de ellos. Tuvo muy en cuenta que el mismo Señor Jesús
dijo (Juan 14:6) “Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie viene al Padre, sino por
mí.”
La historia relata que Seymour comenzó a presidir
pequeños estudios bíblicos y reuniones de oración en casa de parroquianos.
Estos grupos no permanecieron pequeños una vez que el movimiento carismático
irrumpió. Desde ahí se trasladó a un edificio abandonado de la ahora calle
Azusa. Eventualmente, fueron miles
los que viajaron a lo que ha sido llamado el lugar de nacimiento del pentecostalismo.
Continúa en Parte 2ª
DESDE EL PÚLPITO AL PROSCENIO -
Parte 2ª
Por El Contendor
Seguramente a Seymour le habrá quedado chico el pequeño
estrado de su púlpito y en su nueva iglesia es probable que haya instalado un
pequeño escenario con el necesario proscenio que le permitiera estar más cerca
de su numerosísima concurrencia.
Esta es la primera
etapa de la metamorfosis: se pasa del púlpito al pequeño escenario y luego
al gran escenario.
Se pasa de una pequeña
concurrencia de cientos de personas que buscan y siguen a Cristo, a una gran
concurrencia de miles de personas que
demanda señal y siguen un hombre que les habla un evangelio extraño
y les muestra señales: milagros, sanidades etc.
La etapa final de esta transformación nos lleva a los
grandes escenarios de las mega iglesias de hoy, con una o varias pantallas de
LCD gigantes, orquesta, luces, sonido, un salón con capacidad para varios miles
de personas a las que se les ofrece un variado menú, donde la provisión del
dios que ellos adoran les ofrece no sólo sanidad para sus enfermedades sino también, casas, automóviles, prosperidad,
pactos con dios, fuego del cielo, oro del cielo etc. etc. Pero Cristo está ausente allí.
La escena la domina y la dirige el mago de turno, de los
cuales Benny Hinn vendría a ser como el “Merlin” de los “magos evangélicos”. De
él proviene un vasto discipulado (que he denunciado varias veces con nombre y
apellido, y seguiré denunciando), que ha extendido el funesto
neo-pentecostalismo por todo el planeta.
Como dije al principio de esta nota: hay una gran distancia temporal y espiritual
entre el púlpito y el proscenio. Entre el amud de hace 2000 años, frente al
cual se paraba Jesús para abrir el rollo de las Escrituras, en la sinagoga
frente a unas decenas de judíos, y el escenario y proscenio donde “Merlin-Hinn”
voltea con su “touch” a decenas de incautos de la generación que demanda señal
los cuales quedan tendidos sobre el tablado luego de recibir el “fuego del
cielo”. Luego se les ordena levantarse y el mago les pregunta:¿qué has
sentido? -al espíritu santo- contestan,
blasfemando así al Verdadero Espíritu de Dios.
Esta es la enorme
distancia espiritual que separa al púlpito del escenario. En el primero se invocaba y aún se
invoca (en los pocos que van quedando) el Nombre de Jesús, se amonesta a los
pecadores, se habla de la maldad del pecado y las consecuencias del mismo, la
muerte y la condenación eterna. PERO
JESÚS ESTÁ EN MEDIO DE ELLOS.
En las mega iglesias, la multitud que rodea el escenario
y los que corretean y hacen cabriolas por el proscenio y los que se caen de
espaldas sobre los tablados y los que los tocan para que se caigan, ellos no están reunidos en el nombre de
Jesús.
Hay un espíritu
inmundo en medio de ellos que se manifiesta en desorden gritos, histeria,
la biblia está escondida por allí, o se la tiene en la mano como quien tiene un
ladrillo junto su duro corazón. Pero lo que allí se hace, atrae a las gentes
como el papel engomado atrae a las moscas. Y una vez que han puesto los pies en
ese terreno, les será muy difícil despegarse; terminarán muriendo de INANICIÓN
ESPIRITUAL.
Hay una gran distancia temporal y espiritual entre el
púlpito y el escenario.
Y en esta creciente apostasía vemos que púlpitos, cada
vez van quedando menos, pronto se perderán en el tiempo, serán un recuerdo;
pastores que cada vez tienen menos ovejas en sus modestos rodeos, ovejas que pierden su rumbo seducidas por una
voz extraña que las llama desde otro rodeo. Eran ovejas de blanca lana; pero se
alejaron del buen rodeo y emigran hacia el gran rodeo de ovejas de lanas
sucias, grises, y pestilentes y ellas se contaminan y también se vuelven sucias
y pestilentes como sus compañeras.
En aquéllos púlpitos lejanos se hablaba y se combatía
contra el pecado con brío, esfuerzo,
valor, intrepidez, severidad, con la espada de dos filos (la palabra de Dios)
“que penetra hasta partir el
alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y
las intenciones del corazón.” Es cierto
que no a todos les es agradable ese estilo de sermón que desnuda el alma y la
expone con toda su miseria delante de un Dios santo y justo que aborrece el
pecado; pero no es menos cierto que cuando cada uno asume que esas palabras
están poniendo al descubierto su propia conducta inicua, la cual merece el
justo castigo de la ira de Dios: el infierno por toda la eternidad, cuando el
pecador toma conciencia de ese inminente peligro, el llamado al arrepentimiento
da sus frutos.
Hay muchas personas que no se considera a sí mismas lo suficientemente malas como para merecer el
castigo eterno de Dios. Recuerdo que hace unos años, un conocido periodista de
mi país, polemizaba acerca del pecado con un también muy mediático “predicador” evangélico en un programa de TV.
En un momento de la polémica, el “predicador” le dijo al periodista:
(refiriéndose a Romanos 3:23) “……él, yo, usted, todos somos pecadores”. El
periodista, al parecer, se sintió agraviado por tal declaración y replicó:
–“No, no, un momentito… ¡usted no me puede decir a mí que soy un pecador!, yo
ni miento, ni robo, ni mato a nadie”.
Mucha gente, actualmente, piensa como este periodista.
Suponen que por observar esos tres mandamientos de la Ley, no merecen ir al
infierno; pero por falta de conocimiento serán destruidos (Oseas 4:6)
porque ignoran que la ley de Dios tiene diez mandamiento, y el único
hombre que la cumplió durante toda su
vida en esta Tierra es JESUCRISTO; y no hay ni hubo ni habrá quien pueda
cumplirla (Stg 2:10): “ Porque
cualquiera que guardare toda la ley,
pero ofendiere en un punto, se
hace culpable de todos.”
Pero, ¿quién alertará a los necios? ¿cómo tendrán convicción de
sus pecados si desde los púlpitos no resuena la voz enérgica que los reprenda y
los llame al arrepentimiento? ¿cómo podrán ir a los pies de Cristo en busca de
perdón y salvación si no lo conocen, porque no se les ha predicado el verdadero
evangelio, el Evangelio de la Gracia? ¿cómo pretenderán que el Espíritu de Dios
habite en ellos si no han experimentado el nuevo nacimiento?
Pero en las multitudinarias concurrencias del neopentecostalismo
el “espíritu” desciende a voluntad del “profeta o apóstol” que lo invoca. Puedo
decirles más aún: en estos días TBN enlace está transmitiendo por TV una
maratónica campaña que ya lleva varios días con el lema “dios visita tu
familia”, por la cual el “espíritu” de dios visita a domicilio a vuestra familia
con sólo llamar por teléfono a los
números que aparecen en la pantalla de las distintas ciudades de los países de
América. ¡Ah! Pero olvidaba el detalle principal: cada operador que atiende el
teléfono toma nota de los datos de la persona que llama y los asienta sobre un
formulario con un encabezado que dice
“COMPROMISO DE OFERENDA”. Desde los estudios de las distintas ciudades
enlazadas por TBN, vemos y escuchamos “profetas” que anuncian la “visitación”
de dios. Llaman a acercarse al “altar” para depositar la “semilla” de la
ofrenda, dicen “dios pondrá la cifra en tu corazón”.
Durante dos días dediqué algunas horas para evaluar el contenido
de lo que se estaba “predicando”: sólo se hablaba de ofrendar la “semilla” para
atraer los favores de dios: sanidad, prosperidad, triunfos en esta vida, sobre
las dificultades, sobre los obstáculos, sobre las ataduras, sobre las
adversidades familiares etc. etc. Pero
no escuché hablar ni una sola vez del pecado. De la conversión, del volverse
atrás de la maldad.
Continúa en Parte 3ª
DESDE EL PÚLPITO AL PROSCENIO -
Parte 3ª
Por El Contendor
Para cerrar este tema, hagamos una comparación entre un sermón
dado desde un púlpito (amud) de hace más de 2000 años y un sermón dado desde el
proscenio de un escenario de una mega iglesia de la época actual.
SERMÓN DADO DESDE UN PÚLPITO
Nota: Este es un sermón imaginario, compuesto en su
totalidad por pasajes bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento en los que se
omitió mencionar el libro del cual provienen como así también el capítulo y el nº de versículo, a los efectos
de darle continuidad a su estructura. La primera parte denuncia el pecado,
lleva a la convicción al pecador. La segunda parte llama al arrepentimiento,
destacando el amor de Dios. La 3ª parte habla de la redención y reconciliación.
No se ha
empleado una sola palabra humana, cada palabra proviene de la Biblia, cada
frase fue puesta por Dios mismo en la pluma de cada escritor de la Biblia.
El pecado y la gracia de Dios.
Como está escrito: no hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay
quien busque a Dios. Todos se desviaron,
a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de
áspides hay debajo de sus labios; Su
boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar
sangre; Quebranto y desventura hay en sus
caminos; Y no conocieron camino
de paz. No hay temor de Dios delante de sus
ojos.
Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jehová.
Desde el más pequeño hasta el más grande, todos codician
ganancias injustas; desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el
engaño. Curan por encima la herida de mi
pueblo, y les desean: “¡Paz, paz!”, cuando en realidad no hay paz
¿Acaso se han avergonzado de la abominación que han
cometido? ¡No, no se han avergonzado de nada, ni saben siquiera lo que es la
vergüenza! Por eso, caerán con los que caigan; cuando los castigue, serán
derribados, dice el Señor.
Así dice el Señor:
“Deteneos en los caminos y mirad; preguntad por los senderos antiguos, preguntad
por el buen camino, y no os apartéis de él. Así hallaréis el descanso
anhelado.”
Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada
les es puro; pues hasta su mente y su
conciencia están corrompidas. Profesan
conocer a Dios, pero con los hechos lo
niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda
buena obra .
Más
sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según
verdad.
¿Y piensas
esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su
benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al
arrepentimiento?
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la
ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno
conforme a sus obras: vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer,
buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que
son contenciosos y no obedecen a la verdad,
sino que obedecen a la injusticia;
tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo.
Someteos, pues, a Dios;
resistid al diablo, y huirá de
vosotros.
Acercaos a Dios, y él se
acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad,
y llorad. Vuestra risa se
convierta en lloro, y vuestro gozo en
tristeza. Humillaos delante del Señor, y
él os exaltará.
Pero ahora, aparte
de la ley, se ha manifestado la justicia
de Dios, testificada por la ley y por
los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de
manifestar en este tiempo su justicia, a
fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.
Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo;
por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia
en la cual estamos firmes, y nos
gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en
las tribulaciones, sabiendo que la
tribulación produce paciencia; y la paciencia,
prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Porque Cristo,
cuando aún éramos débiles, a su
tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno
por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Pues mucho más,
estando ya justificados en su sangre,
por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte
de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el
Señor nuestro Jesucristo, por quien
hemos recibido ahora la reconciliación.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme
a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del
pecado y de la muerte.
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la
justicia de la ley se cumpliese en nosotros,
que no andamos conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu.
Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por
ellos.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto
proviene de Dios, quien nos reconcilió
consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si
Dios rogase por medio de nosotros; os
rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
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SERMÓN DADO DESDE EL ESCENARIO DE UNA MEGA IGLESIA
Nota: Este es un sermón real compuesto por varios
párrafos tomados de un “discurso” de un falso apóstol, vociferando desde el
escenario, recorriendo el proscenio a los saltos y a los gritos, cuyo contenido
es de 97% palabras y frases humanas y 3% de palabras y frases bíblicas que,
para peor, fueron sacadas de su contexto. Esta diatriba, (porque ofende al
Santo Nombre de Dios), fue lanzada por el “apóstol” Aquiles Azar, corresponde
al video del mismo título. Transcripta
por El Contendor, fue analizada y refutada en la publicación del viernes 10 de
junio de 2011.
En los párrafos que
se transcriben a continuación no se incluyen los comentarios, (que sí aparecen
en el blog) pero se mantienen las descripciones de las escenas para llegar con
más realismo a la imaginación del lector.
TEMA: “EXPANDIENDO NUESTRA VISIÓN” Por Aquiles Azar
(Entra al escenario, ovación del público y aplausos.)
“Alguien diga: ¡estoy listo! ¡estoy listo! ¡estoy
listo!
¡Estoy listo para algo grande en mi vida! ¡Estoy listo
para lo mejor!.
(gritando) ¡Que tan grande puede ser la visión! (gritando
más fuerte aún) ¡el límite es tu mirada……. Tu enfoque!!. De cómo veas
a Dios, de cómo veas su grandeza, SÍ, SÍ, alguien tiene que cambiar su mirada y
su perspectiva de la vida. Sí, tienes fe para comprar los baratillos (en
la Argentina significa: ofertas, liquidación.),
para que te bajen los precios, vas a la tienda a buscar lo que está barato,
tienes fe para que te bajen lo que cuesta el automóvil, tienes fe para que te
bajen el precio de la casa, tienes fe para que te bajen el precio de los
muebles, tienes fe para buscar los mejores precios y que te bajen, (aquí
comienza a levantar el volumen de voz) ¿¡Por qué no cambias esa actitud y empiezas a tener fe
para que DIOS TE DÉ EL DINERO PARA PAGAR TODO LO QUE TENGAS QUE PAGAR (gritando
en forma desaforada) ¡¡¡ AEEEEEEEEE DIOS ES
PODEROSO PARA DARTE DINEROOOOOOOOO!!!! (grito bestial y ovación
de la gente). (Sigue gritando:) ¿Hay alguien aquí que pueda cambiar su visión? dios es
poderoso para darte lo que cuesta la casa, él es poderoso para darte lo que
cuesta el carro (automóvil), él es poderoso para
darte lo que cuesta la ropa, él es poderoso para darteeeeeeee!!!! (otro
grito desaforado, música a volumen máximo, y ovación)
Estás con el baratillo, pero no tienes fe para la
provisión, y vas a una tienda y te gusta una buena corbata, y te gusta una
buena camisa, y te gusta un buen traje, y te gustan unos buenos zapatos, (con
énfasis) ¡¡¡es lo que te gussssta!!!, ¡es tu estilo! ¡es tu gusto! ¡EL
GUSTO DEL REINO!, pero dices ¡ay! No me lo puedo llevar porque no está en
baratilla. ¡Deja de ir al baratillo donde está todo el mundo: ¡Yo lo vi
primero! -¡no, no! Yo lo vi primero- (en la pantalla se ven
imágenes ilustrativas de dos mujeres tironeando de una prenda de vestir).
(Gritando:) ¡Alguien tiene que expandir su visión!. Esa mentalidad
de los precios bajos, ¡cámbiala! Porque no es asunto de que te bajen, (grito)
¡¡ es asunto de que dios te suubaaaa!!
él es proveedor para subirte, él es proveedor para
darte la riqueza, ¡él es proveedor para darte todoooo!!
(grito).
¡OOOH!, ¡Hoy siento la presencia de dios! (ovación
y gritos del público; pausa, camina de aquí para allá frente al pasillo de la
primera fila de butacas.)
Quisiste ir a un buen restaurante a comer una buena
comida; te vestiste muy bien, llegaste allá, te dieron la carta y empezaste a
mirar la columna de la derecha. La columna de la IZQUIERDA siempre tiene los
ALIMENTOS. La columna de la DERECHA siempre tiene los PRECIOS. Y antes de mirar
lo que quieres comer, miras la columna de la derecha donde están los precios, (gesto
de quien mira y analiza con preocupación, meneando la cabeza en forma negativa;
de pronto irrumpe con un grito:) ¡¡Yo no miro esa columna, yo miro la columna de la
izquierda!! Porque yo quiero comer lo que quiero comer y voy a servirme y voy a
comer y me voy a alimentar porque mi dios es el dador de todo pan y yo comeré
del pan y del bien de la tierra!!
(El público ovaciona de pie con los brazos en alto) y
si es lo que quiero comer ¡lo voy a comer! Porque mi dios me provee de todo lo
que necesito. ¡Cambia esa mentalidad!, la mentalidad de baratillo, la
mentalidad de precios bajos, la mentalidad de dónde están las oportunidades
para comprar, cambia tu mentalidad, dios es poderoso para subirte y para llevarte
a otro nivel.
(Nuevamente vuelve al grito:) ¡¡Deja
de estar pensando en baratillo, no es asunto que te bajes, es asunto de que te
subas de nivel y que dios te subaaaaa!! (ovación del público).
Vuelve a su reiterado sistema de sacar fuera de contexto
los versículos: “Mío es el oro, mía es la plata ha dicho Jehová de los
ejércitos” dios es poderoso para poner en tu bolsillo y de la obra de
tus manos todo lo que estás necesitando. ¡Cambia tu manera de pensar y cambiará
tu manera de vivir, exprésate hacia adelante, ten una visión amplia, porque
dios es el dios de la gloria, (grita) ¡¡el
dios del reino!!. (vuelve a subir al escenario y dirigiéndose a
los músicos que están tocando a todo volumen les dice:) ¡¡Guaauuu!!
¡me gusta esa música!
Materializa la VISIÓN, lo que dios te ha enseñado a
ver y a mirar ¡sí! La palabra de dios dice en el libro de los hechos de los
apóstoles: (lo que viene a continuación dicho a toda
velocidad) “que en los postreros días, dice dios, derramaré mi espíritu
sobre toda carne, y vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán …………. (frena
bruscamente su verborragia para dar lugar a que el público complete la frase), ¿Qué
verán los jóvenes?(contesta el público)…..¡visiones!, se refiere
a una nueva generación, porque dios se mueve generacionalmente, hoy nosotros,
esta nueva generación que emerge y se levanta, está llamada a ser el
visionario;…….los sueños que vieron nuestros padres o las generaciones
pasadas……. Nosotros lo estamos materializando por la visión que dios nos ha
dado, es el tiempo de materializar lo que dios ha hablado y dicho de ti.
El le dijo a
Abram, después que le mostró la visión, le dijo: ahora levántate y camina la
tierra, camina por ella a su largo y a su ancho, >porque esa tierra te la
doy a ti< (lo dicho entre signos >< es con voz
dramatizada y afectada denotando codicia; luego agrega levantando el tono de
voz:) ¡ESPÍRITU DE CONQUISTA!
¡El diablo te ha querido afligir, te ha querido
tumbar, te ha querido deprimir, para que no se levante en ti el espíritu de
conquista! Recorred la tierra a lo largo y a lo ancho, es decir: ¡ “todo lo que
dios me ha dado es mío, y el diablo no me lo va a quitar”! ……………………..se ha
marcado el territorio y dios quiere que materialices la visión que te ha dado (la
frase que viene ahora la dice gritando:) ¡”haciendo algo, actuando, y
dios se va a mover contigo en cuanto paso tú des. Marca tu territorio, toma lo
que dios te ha dado! ¡Espíritu de conquista, alguien tiene que levantarse y
tomar conquista, y moverse en la visión que dios le ha dado! (gritando
nuevamente.): Espíritu de conquista ¡Sí!......................
”para que las cosas sucedan
espiritualmente es necesario que naturalmente nosotros hagamos algo para que
las cosas sucedan espiritualmente entonces y se detone la bendición de dios
sobre tu vida y entonces se rompan los cielos y se abra la piñata de la
bendición, es necesario que nosotros actuemos, la fe es acción. Cuando tienes
una visión, materializa la visión con tus acciones.
-------------O-------------
Como, según el
dicho, “para muestra basta un botón”, he considerado terminar aquí la transcripción
de este fragmento de “sermón” pues lo que sigue se mantiene dentro de los
mismos parámetros.
Para concluir,
expuestos los dos tipos de “sermones”, el primero desde un púlpito imaginario e
intemporal, y con oyentes imaginarios e intemporales también; el segundo desde
un escenario del presente, con oyentes actuales, de estos tiempos: Reflexione
el lector y respóndame estas preguntas: ¿cuál de los dos sermones sería del
agrado de Dios? ¿en medio de cuál congregación estaría presente el Señor?
Les dejo a ustedes las respuestas.