EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



sábado, 24 de diciembre de 2011

Regalo de Navidad

Por El Contendor
Leemos en el diccionario de la Real Academia la definición de
GRACIA (3ª acepción):  Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita
GRACIA (13 acepción):  En el cristianismo, favor sobrenatural y gratuito que Dios concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación.
Desde los comienzos de la humanidad el pecado  erigió una barrera entre Dios y el hombre. La desobediencia de Adán y Eva condenó a la raza humana a la muerte eterna. Pero Dios, en su misericordia, sin menoscabo de su justicia planificó, también desde el principio de los tiempos, la salvación de cada hombre y mujer,  para que todo el género humano pudiera acceder  al perdón de sus pecados y recibir la vida eterna. Al haber ofendido la eterna grandeza y majestad de Dios, su creador,  nunca existiría hombre alguno capaz de reunir los méritos y la grandeza requeridos para que el tal, en representación del género humano, pudiese recibir el justo castigo de Dios y satisfacer así su Justicia. Ninguno de los sacrificios que su pueblo elegido hubo presentado en la antigüedad estaban destinados a  obtener el perdón permanente de los pecados por tal motivo los sacerdotes debían repetirlos una y otra  vez inmolando corderos perfectos y siguiendo los rigurosos rituales que Dios les había prescripto. Pero esto era sólo el modelo, la representación, de una solución al problema del pecado, mucho más efectiva y total. La más efectiva y total solución para el letal problema del pecado, llegó hace más de 2000 años. Comenzó en Belén el día que los pastores, que de noche vigilaban sus rebaños, recibieron con  asombro y cierto temor la celestial visita llevando el no menos celestial mensaje:
Luc 2:11  que os ha nacido hoy,  en la ciudad de David,  un Salvador,  que es CRISTO el Señor.
Luc 2:12  Esto os servirá de señal:  Hallaréis al niño envuelto en pañales,  acostado en un pesebre.
Luc 2:13  Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,  que alababan a Dios,  y decían:
Luc 2:14  ¡Gloria a Dios en las alturas,
               Y en la tierra paz,  buena voluntad para con los hombres!
Y en Él, en Jesucristo, nos llegó el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, Cordero perfecto y sin mancha de pecado que, como Hombre, reunía los méritos y la grandeza necesarias y suficientes como para satisfacer en una vez y para siempre, en un solo sacrificio, la demanda de la justicia divina. En su magno sacrificio fue saldada toda la deuda de pecado,  pasada presente y futura de toda la humanidad.
Este es el mayor regalo y el más inmerecido que Dios quiere hacernos: Jesucristo, el Cordero de Dios, el único que nos puede liberar del dominio de Satanás y de la muerte eterna del pecado. A este regalo inmerecido lo llamamos GRACIA.
Cuando llega la celebración de la Navidad, todos recibimos algún regalito, aunque sea modesto, pero lo recibimos con alegría, porque alguien que nos aprecia o que nos ama, se ha acordado de nosotros. Dios ama a todo aquél que quiere acercarse a Él para recibir su  regalo, y su regalo es el más importante y grandioso que puede recibir un ser humano y es la salvación por Gracia y por la Fe en Jesucristo.
Efe 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios;
Efe 2:9  no por obras,  para que nadie se gloríe.
¡Quién se atrevería a rechazar semejante regalo de Navidad!

Queridos lectores FELIZ NAVIDAD  les desea
El Contendor por la Fe