EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



viernes, 6 de enero de 2012

TEMA: LA SALVACIÓN – INTERCAMBIO DE CONCEPTOS

Por El Contendor
Cuando el destino final de cada ser humano, el destino eterno de cada persona está en juego, cada comentario, cada frase, cada palabra que se emita sobre este tema, debe ser cuidadosamente evaluado y confrontado con la única fuente de la verdad: La Biblia.
A fines del 2010, recorriendo distintos sitios de internet, encontré un tema que motivó mi atención y, luego de leerlo, consideré oportuno enviarle un comentario al autor pues, según mi entender, había alguna contradicción que confundía al lector.
Voy a transcribir parte de mi comentario que le envié vía mail  al hermano W. (el nombre no viene al caso) y que fue el inicio de un intercambio de correspondencia sobre el vital tema de la salvación.
No hace mucho, el 11 de noviembre de 2010, leí vuestro artículo de título:  ”EL INFIERNO, EL LAGO DE FUEGO Y EL LIBRO DE LA VIDA” en una página de internet supuestamente cristiana. Envié un comentario a dicha página “Renuevo de plenitud” que fue publicado por unos pocos minutos e inmediatamente fue borrado. Mi comentario fue hecho con un contenido totalmente respetuoso pero señalaba un supuesto error doctrinal. Supongo que el publicador no habrá querido que se hiciera públicamente notorio dicho error y en lugar de rectificarlo o explicar la aparente falla doctrinal, prefirió borrarlo. Dice el artículo: “Es claro que será borrado del Libro de la Vida el nombre de cualquier persona que haya nacido de nuevo, y que se haya negado a perseverar en la fe y a vencer.” Un poco más abajo aclara que:  “Un vencedor es alguien que, por la gracia de Dios recibida mediante la fe en Cristo, ha experimentado el nuevo nacimiento y permanece en constante victoria sobre el pecado, el mundo y Satanás.
Esto está totalmente en contraposición con: Efe 1:13  En él también vosotros,  habiendo oído la palabra de verdad,  el evangelio de vuestra salvación,  y habiendo creído en él,  fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Efe 1:14  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,  para alabanza de su gloria.
Conclusión: Basándome en la Palabra de Dios, en Efesios 1:13-14 pero además en Romanos 8:1 y 8:8-9 y Romanos 8:14-17, para un verdadero hijo de Dios, por lo tanto sellado por el E.S. y apartado para Dios (santificado) su nombre no puede ser borrado del libro de la vida. ¿Me podría  explicar esto?
 Por otra parte, en Apocalipsis 3:1-5 tener en cuenta que en la iglesia de Sardis la mayoría eran “creyentes” carnales o nominales, NO SALVOS aún; eran quizás como los que se mencionan en Juan 2:19.  A éstos “creyentes” Jesús los amonesta y los reprende (“arrepiéntete”) para que su nombre no sea borrado del libro de la vida, ellos no estaban vestidos con vestiduras blancas pero, si dejaban su actitud de falsos creyentes y se volvían a Él (para éstos va “el que venciere”), a ésos el Señor les promete vestirlos igual que a los otros pocos que fueron encontrados SALVOS, con vestiduras blancas.  Yo considero que usted W., es un cristiano bien intencionado. Por esto le ruego que me conteste a mi correo electrónico y si el equivocado fuera yo, le ruego que me lo haga entender con una explicación bíblica y sabré reconocerlo con humildad y agradecerle el haberme sacado del error.
               Que el Señor lo bendiga y lo ilumine con su Santo Espíritu.
 Héctor

La respuesta del hermano W.  llegó un tiempo después y decía así:

Perdón  mi Hermano en la FE, Hector, por no responder con prontitud a su inquietud, sobre estos temas que nos tienen a veces, confundidos; pero si Ud es un verdadero hijo de Dios y sellado con el Espiritu santo de la promesa no se preocupe en lo mas minimo; lo escrito, escrito esta; es doctrina sacada de la misma Palabra de Dios. Ahora tenemos dentro del cristianismo corrientes religiosas, que nos tienen aun mas confundidos; pero no se preocupe; [ Hebreos 12:14]: Seguid la paz con todos, y la SANTIDAD, sin la cual nadie verá al Señor. Si Ud. esta en santidad y sellado con el Espiritu Santo, no se preocupe. La doctrina biblica es para aplicarla a la vida; y sabemos tambien existe la Doctrina de excomunion; que en definitiva en la mayoria de los casos no se aplica; porque no conviene, o no les conviene.
Los mandatos de la Doctrina:
1] - [Mt 18.15-17];  2] - [Ro 16.17-18];   3] - [1Co 5.1-13];   4] - [Gá 6.1];   5] - [2Ts 3.6, 7, 14, 15];   6] - [Tit 3.10, 11];   7] - [He 13.17];   8] - [Stg 5.19, 20].
[Efesios 4:14]: para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de DOCTRINA, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Sabemos que los "vientos de doctrina", nos estan afectando dentro del "Cuerpo de Cristo"; y para este tiempo final que vivimos debemos estar atentos; lo que el Espiritu Santo nos dice.

[2 Juan 1:9]: Cualquiera que se extravía, y no persevera en la DOCTRINA de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la DOCTRINA de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Con respecto a la Apostasia; esa gente eran hijos de Dios y ahora; que son?, apostatas!, y no solo eso, estan arrastrando a las masas, con confusion; se da cuenta que en poco tiempo nos han inundado con nuevas doctrinas; y doctrina de demonios; estamos siendo bombardeados; por eso Jesus dijo: [Mateo 24:13] Mas el que persevere hasta el fin, este sera salvo. Quienes son los que inventan estas doctrinas?, evidentemente los que estuvieron en la FE; y ahora no permanecen en la Doctrina de Cristo, y ahora son apostatas.
[1 Timoteo 4:1]: Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a DOCTRINAs de demonios. Esto es lo que nos toca vivir, ahora en el tiempo del fin; y nos quieren enganar!. [Mateo 24:24] Porque se levantaran falsos Cristos, y falsos profetas, y haran grandes senales y prodigios, de tal manera que enganaran, si fuere posible, aun a los escogidos.
La Iglesia Moderna de este tiempo; no es la Iglesia de Crsito, el mundo esta en la iglesia, llena de fornicaciones, adulterios, ladrones, y blasfemadores de la Palabra de Dios; esa gente esta convertida a Cristo, pero no conoce la "Doctrina de Cristo"; esas personas estan extraviadas nacieron en medio de la Apostasia. como explicarlo?; solo Dios sabe!. Lo que si se es que: [Apocalipsis 21:8] Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
El mensaje del Evangelio es arrepentimiento; y no hay otro mensaje. El mensaje de ahora es prosperidad; y se han levantado muchos ministerios para atrapar a la gente; y no tengo dudas de esto.
Amado hermano Hector; podria inundarlo con pasajes biblicos; con respecto a todo lo acontecido, pero no hay espacio. La recomendacion es, que no nos apoyemos en los "vientos doctrinales de ahora", no sirven; y hacen perder a la gente.
Amado hermano, piense en esto:
1. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
3. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
6. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Con respecto a su comentario en "Renuevo de Plenitud"; ellos tomaron mi articulo y lo publicaron en ese espacio; lamentablemente ellos son los administradores de los comentarios.
Piense en la dificil situacion en que nos enfrentamos, y medite; no medite en mi, o en otro, solo en la Palabra de Dios y como el Espiritu Santo nos guia.
Cualquier duda inquietud; o una mejor explicacion de lo expuesto; ya sabe estoy para servirle; no quiero que se quede con dudas en el corazon!
Gracia y Paz! En el Nombre de Jesus!

Y en mi último mail  que le envío al hermano W. le respondo lo que sigue:

"Gracia y Paz sean a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo" (Col 1:2)

Estimado W., hermano en la fe de Jesucristo: Agradezco su respuesta a mi correo del 12-03-11 pero primeramente agradezco la misericordia de Dios al permitir que, en un mundo gobernado por la perversidad y la apostasía, podamos encontrarnos con hermanos en Cristo empeñados en defender y difundir la Sana Doctrina.
De lo que he leído en algunas de sus publicaciones, incluyendo su amable respuesta a mi correo, puedo decir que coincido con su pensamiento en un 98%,(perdón por la cifra pero no encontré mejor manera de expresarme), para decir que coincido con Ud. en casi todo.
Como lo expresé en mi correo anterior, no está en mi intención entrar en vanas contiendas, (2Timoteo 2: 23-25), pero entiendo que cuando tocamos el tema de la salvación, del celo que pongamos en interpretar y explicar los textos bíblicos, podría depender la salvación de un alma.
Como Ud bien dice: Si somos [verdaderos] hijos de Dios, estamos seguros y no debemos preocuparnos en lo más mínimo, porque como dice Rom 8:16  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,  de que somos hijos de Dios.  Y pasamos a ser hijos de Dios cuando nacemos de nuevo.       El nuevo nacimiento, es condición indispensable, sine qua non, para ser hijos de Dios y poder entrar en el Reino de los Cielos.  Leemos en Juan 3:3 (palabras de Jesús a Nicodemo):
Jua 3:3  Respondió Jesús y le dijo:  De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de nuevo,  no puede ver el reino de Dios.
Jua 3:4  Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?  ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre,  y nacer?
Jua 3:5  Respondió Jesús: De cierto,  de cierto te digo,  que el que no naciere de agua y del Espíritu,  no puede entrar en el reino de Dios.
Jua 3:6  Lo que es nacido de la carne,  carne es;  y lo que es nacido del Espíritu,  espíritu es.
Jua 3:7  No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Estimado hermano W., yo sé que Ud. conoce todo esto que he citado más arriba, pero valga la redundancia al sólo efecto de actualizar mis razonamientos desde otro punto de vista: En las distintas  iglesias o congregaciones encontraremos personas salvas y no salvas. Dicho de otra manera: hijos de Dios y “cristianos” nominales, (a veces también se los llama “carnales”); es decir: personas que escuchan el evangelio, asisten a los cultos pero aún no han nacido de nuevo, de agua y del Espíritu, y siguen viviendo según la carne. Pero no confundamos con los “carnales” a los que se refiere Pablo en 1Corintios 3:1-3
Pero  los hijos de Dios son aquellos en los que se ha cumplido la hermosa profecía dada por Dios a Ezequiel:
Eze 36:25  Esparciré sobre vosotros agua limpia,  y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias;  y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
Eze 36:26  Os daré corazón nuevo,  y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros;  y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra,  y os daré un corazón de carne.
Eze 36:27  Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu,  y haré que andéis en mis estatutos,  y guardéis mis preceptos,  y los pongáis por obra.
Éste es el nuevo nacimiento, que viene de Dios, por gracia,  por ningún mérito humano,  sino por la obra de Cristo en la cruz. De allí que podamos decir: ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,  los que no andan conforme a la carne,  sino conforme al Espíritu.
Y estando en Cristo Jesús, nos dice Pablo: Efe 1:13  En Él también vosotros,  habiendo oído la palabra de verdad,  el evangelio de vuestra salvación,  y habiendo creído en Él,  fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Efe 1:14  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,  para alabanza de su gloria.
Mi muy estimado hermano W.,  en esto quisiera que nos pongamos de acuerdo para que nuestros puntos de vista coincidan  en un 100% :  1) un hijo de Dios siempre es verdadero.  2)  2 Juan 1:9  Totalmente de acuerdo: el que no persevera en la Doctrina es porque no tiene a Dios, yo agrego: no es un hijo de Dios.  3) Un hijo de Dios jamás perderá su condición de tal, (jamás perderá su salvación) porque somos SUS ovejas, tenemos puesto SU SELLO:
Juan  10:27  Mis ovejas oyen mi voz,  y yo las conozco,  y me siguen,
Juan  10:28  y yo les doy vida eterna;  y no perecerán jamás,  ni nadie las arrebatará de mi mano.
Juan  10:29  Mi Padre que me las dio,  es mayor que todos,  y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
4) Por lo expuesto hasta aquí, debemos inferir que un apóstata, nunca pudo haber sido un hijo de Dios.
Lo importante aquí es hacer una clara distinción entre los creyentes: a)  aquéllos que han creído con una Fe verdadera y salvadora (ésos son hijos de Dios) y,  b) aquellos que han creído con una fe espuria (esos no son hijos de Dios) y a esos se refieren los siguientes pasajes del NT:
Jua 2:23  Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua,  muchos creyeron en su nombre,  viendo las señales que hacía.  Jua 2:24  Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos,  porque conocía a todos,….
 Jua 12:42  Con todo eso,  aun de los gobernantes,  muchos creyeron en él;  pero a causa de los fariseos no lo confesaban,  para no ser expulsados de la sinagoga.
Jua 12:43  Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.


Luc 8:11  Esta es,  pues,  la parábola:  La semilla es la palabra de Dios.
Luc 8:12  Y los de junto al camino son los que oyen,  y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra,  para que no crean y se salven.
Luc 8:13  Los de sobre la piedra son los que habiendo oído,  reciben la palabra con gozo;  pero éstos no tienen raíces;  creen por algún tiempo,  y en el tiempo de la prueba se apartan.
Pero el caso más evidente de fe falsa o espuria es el de Simón el mago:
Hch 8:13  También creyó Simón mismo,  y habiéndose bautizado,  estaba siempre con Felipe;  y viendo las señales y grandes milagros que se hacían,  estaba atónito.
Hch 8:18  Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo,  les ofreció dinero,  Hch 8:19  diciendo:  Dadme también a mí este poder,  para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo.  Hch 8:20  Entonces Pedro le dijo:  Tu dinero perezca contigo,  porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.  Hch 8:21  No tienes tú parte ni suerte en este asunto,  porque tu corazón no es recto delante de Dios.  Hch 8:22  Arrepiéntete (metanoéo)  pues,  de esta tu maldad,  y ruega a Dios,  si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;  Hch 8:23  porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.  Hch 8:24  Respondiendo entonces Simón,  dijo:  Rogad vosotros por mí al Señor,  para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.
Indudablemente, Simón el mago creyó presenciando personalmente los milagros, y hasta se bautizó. Pero esa “creencia” sin un corazón transformado lo ponía a Simón en una condición de condenación. Por eso Pedro le dijo que perecería a menos que viniera al verdadero arrepentimiento, porque estaba en “hiel de amargura y en prisión  de maldad”. La evidencia  de que Simón el mago era inconverso se pude comprobar por su oración. Él como toda la gente inconversa o “cristianos nominales”, sólo estaba preocupado por las consecuencias del pecado y no pidió que lo perdonaran y limpiaran de la impureza del pecado. Le dijo a Pedro:
“Rogad vosotros por mí al Señor,  para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.  Tal como lo hacen los “cristianos carnales o nominales”, Simón quería a Jesús como una especie de póliza de seguro contra el infierno, pero no pidió que lo libraran del pecado.
Éste es el típico caso de un APÓSTATA
En una parte de su mail Ud. me dice “esa gente está convertida a Cristo pero no conoce la “Doctrina de Cristo”
Pero en una definición que Ud. da  más arriba (en su mail) dice:  “……los que estuvieron en la FE; y ahora no permanecen en la Doctrina de Cristo, y ahora son apóstatas.”
Yo prefiero quedarme con esta última definición porque hay muchísimas personas que se dicen “cristianos” que están en la fe, que conocen el Evangelio de Jesucristo, pero no son CONVERTIDAS,  no tienen al Señor Jesucristo como Señor de sus vidas. Quisiera compartir con Ud. algunos conceptos vertidos por            Ernest C. Reisinger respecto del tema de la conversión:
Hay tres palabras griegas, epistrepho, metamelomai y metanoeo, encontradas en el Nuevo Testamento que tratan con el concepto de volverse del pecado y volverse a Dios. La primera de estas palabras es episthrepho a menudo traducida “dar la vuelta, regresar o ser convertido”. Alrededor de la mitad de sus usos involucran un cambio físico o secular. Por ejemplo, el demonio exorcizado de un hombre dice: Volveré (epistrepho) a mi casa de donde salí (Mat. 12:44). El resto de los usos de epistrepho tienen una implicación teológica o espiritual –es este el que queremos examinar.
“El significado básico de epistrepho es volverse en el sentido físico, mental o espiritual del término; y esto por lo tanto cuando la palabra se mueve en el mundo del pensamiento y de la religión, significa un cambio de perspectiva y una nueva dirección dada a la vida o a la acción”. Un cambio de cualquier clase involucra dos cosas: volverse de algo y volverse hacia algo. En la esfera de la conversión espiritual (epistrepho) significa, por una parte, un cambio hacia Dios. “Y le vieron todos los que habitaban en Lida y en Sarón, los cuales se convirtieron (epistrepho) al Señor.” (Hechos 9:35). “Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió (epistrepho) al Señor.” (Hechos 11:21). “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten (epistrepho) a Dios” (Hechos 15:19).
El Diccionario de Teología del Nuevo Testamento (una fuente y estándar valioso para el estudio de palabras) dice esto: “Cuando un hombre es llamado en el Nuevo Testamento para conversión, significa fundamentalmente una nueva conversión de la voluntad humana hacia Dios, un retorno desde la ceguera y error hacia el Salvador de todos (Hechos 26:18; 12 Ped. 2:25)… La conversión involucra un cambio de señores. Uno quien hasta entonces había estado bajo el señorío de Satanás (Efesios 2:1-2) viene hacia el señorío de Dios, se lleva a cabo una rendición de vida a Dios en fe incluyendo toda su ser (Hechos 26:20).”

La siguiente palabra griega que debemos considerar es metamelomai, una palabra que es a menudo confundida con el verdadero arrepentimiento. No lleva la idea de un cambio de mente o de arrepentimiento, sino más bien un nivel de sentir, que de un nivel cognitivo. La idea básica de metamelomai parece ser un lamento, un lamento que puede o no puede llevar a alguien a convertirse a Dios. Por ejemplo, Judas “sintió remordimiento” (metamelomai) de su traiciona Jesús pero él no se arrepintió (Mat. 27:3). Es importante señalar que muchos usan el relato de Judas para probar que el arrepentimiento no es parte de la fe salvadora. Ellos dicen: “Miren a Judas, él se “arrepintió”, pero obviamente no se hizo cristiano”. Sin embargo, la palabra no es metanoeo (arrepentimiento) sino metamelomai (lamento). Judas estaba triste por sus acciones, por cosas que no resultaron como las había esperado. Pero él no estaba arrepentido, él no se volvió de sus pecados hacia Dios para ser perdonado. Ni tampoco se convirtió  (epistrepho) en el sentido de convertirse a Dios.  Judas simplemente sintió remordimiento.
Dijo Charles Haddon Spurgeon: refiriéndose a aquellos que, con apariencia de piedad, aparentan o quieren aparentar ser hijos de Dios “Ningún verdadero Hijo de Dios perece: grábense eso; pero éste es el emblema de un verdadero hijo de Dios: que un hombre permanece hasta el fin; y si un hombre no persiste, sino que se escabulle y regresa a su antiguo amo, y otra vez se pone el viejo collar, y lleva de nuevo el yugo satánico, hay una prueba cierta de que no salió nunca del Egipto espiritual por medio de Jesucristo, y nunca ha obtenido esa vida eterna que no puede morir,  porque es nacida de Dios. La verdadera divisa del cristiano es la perseverancia, sin ella, ningún hombre ha demostrado ser un hijo de Dios.”
Estimado hermano, le pido mil disculpas por mi verborragia. Pero, como le dije al principio, no está en mi intención entrar en vanas contiendas, pero mi opinión al escribir, es que todo esto no es una contienda y mucho menos que lo que se habla aquí sea un tema vano. Tanto Ud. W., como yo y muchos otros hermanos que somos ovejas del Señor, reposamos confiados en los brazos de nuestro Buen Pastor, porque el Espíritu Santo que mora en nosotros da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios, y nosotros lo podemos comprobar porque ya no andamos según la carne sino según el Espíritu y Él nos impulsa a andar en las buenas obras que Dios preparó de antemano para nosotros. Y esto trae la Paz de Cristo a nuestros corazones.
Pero hay muchas personas en las congregaciones, quizás más de las que nos imaginamos, que no tienen esa convicción o por el contrario, tienen una falsa seguridad de que son salvos. Ambos grupos de personas están en el grave riesgo de condenación eterna.
Los faltos de convicción pueden en cualquier momento caer en la apostasía y apartarse, dejar de oír el verdadero Evangelio de Jesucristo para halagar sus oídos con otro evangelio diferente. Estos no son, ni fueron nunca Hijos de Dios. Quizás estaban en camino de serlo, pero al apostatar, perdieron la oportunidad.
Los que tienen una falsa seguridad de salvación pueden haber caído en el error al  que aún se induce en muchas iglesias: el (nefasto espiritualmente) ritual en el que, luego de la predicación, el ministro o el pastor, guía en una oración a los “profesantes” para que acepten a Jesucristo como su Salvador personal, y luego solicita a los que así lo hicieron que den un paso al frente para recibirlos como miembros en la iglesia.
Se les reparte material instructivo para prepararlos para el paso siguiente: el bautismo. Pero no se les habla del arrepentimiento para perdón de pecados (metanoeo, epistrepho, ya explicado). El cambio de mentalidad, dejando, rechazando y odiando el pecado. El giro, la vuelta de 180 grados abandonando la vida mundana para dirigirse a una vida en santidad para agradar a Dios, estas cosas quizás en la mayoría de los casos, se han dejado de lado para que el evangelio no resulte demasiado duro y áspero para el nuevo profesante quien, apoyado en la confianza que le indujeron en la “oración de fe”, suponen que ya son Hijos de Dios, cuando todavía tienen colocado el yugo de Satanás.
Valga todo lo dicho para que el E.S. nos guie y ponga en nuestras bocas palabras de sabiduría en las conversaciones, sermones, conferencias, publicaciones etc. que sirvan para alertar a estos cristianos nominales sobre el grave riesgo que implica creer que son salvos cuando en realidad no lo son, y están sujetos en el engaño, por el lazo que les tendió el diablo. Recordémosle a estos cristianos nominales: 2Co 13:5  Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe;  probaos a vosotros mismos.  ¿O no os conocéis a vosotros mismos,  que Jesucristo está en vosotros,  a menos que estéis reprobados?
Y nosotros, los verdaderos creyentes en Cristo recordemos:
Stg 5:19  Hermanos,  si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad,  y alguno le hace volver,
Stg 5:20  sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino,  salvará de muerte un alma,  y cubrirá multitud de pecados.
Estimado W., nuevamente pido disculpas por esta “charla” extremadamente larga, pero no por larga, menos importante, pues para el Señor charlamos.
Rom 14:7  Porque ninguno de nosotros vive para sí,  y ninguno muere para sí.
Rom 14:8  Pues si vivimos,  para el Señor vivimos;  y si morimos,  para el Señor morimos.  Así pues,  sea que vivamos,  o que muramos,  del Señor somos.
  
Que Dios abunde en bendiciones para con usted.

H.D.M

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