Por
El Contendor
No es mi costumbre usar con frecuencia un
lenguaje crudo en mis escritos, pero a veces no queda otra forma para poder
describir lo que, en verdad, se siente ante ciertas circunstancias.
Dicho esto, allí va el exabrupto: ¡Me revuelve
las vísceras (tripas) que ciertos personajes sin escrúpulos se autodenominen
“apóstoles”!
Este señor, el doctor (médico) Othoniel Ríos
Paredes, justifica su presumir de
“apóstol”, por la siguiente narración:
“Esa noche tuve un sueño
en el cual yo solo empujaba un auto en una cuesta; muy a pesar de mis
esfuerzos, el auto no subía. Entonces una
voz me dijo claramente: -- Yo no
te mandé a empujar, súbete y rodéate de ayudas -- Ante esa ordenanza, abordé el auto y éste subió sin problemas.
Oí nuevamente la voz que
me dijo:--comprado fuiste por
precio, no te hagas siervo de los
hombres --.
Contradicción evidente con la palabra de Dios: Mar 10:43 Pero
no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor,
Mar 10:44 y el que de vosotros quiera
ser el primero, será siervo de todos.
Mar
10:45 Porque el
Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida
en rescate por muchos.
Continúa
su narración el Dr. Othoniel:
Al siguiente día visité
a las personas que me habían invitado a participar en el seminario,
indicándoles lo que el Señor me había
hablado. Viene algo importante para mí: El Señor me habló referente a los cinco ministerios vigentes en la
iglesia de Cristo, los cuales nadie tiene derecho de suprimir, pues Él mismo
los instaló para beneficio del cuerpo de sus hijos, la Iglesia.
Leía en la Escritura, en
el Antiguo Testamento, que el Tabernáculo es representación de la Iglesia en el
Nuevo Testamento, pero encontré sólo tres ministerios representados en los
Meraritas, Gersonitas, y Coatitas –Pastores, Evangelistas y maestros
–razoné—Entonces no son cinco, a lo cuál, el
Señor, por su Espíritu, me dijo: ¿Y Moisés y Arón?.
Comprendí entonces que
ellos representaban en el Tabernáculo, a los APÓSTOLES Y PROFETAS; sólo de esa
manera se puede cargar el Tabernáculo, me dijo; los Apóstoles y Profetas como dirigentes, y los otros cargando el Tabernáculo ambulante.”
Es
muy clara y evidente la connotación de este último párrafo: don Othoniel, debía
asumir como “apóstol” y actuar como
dirigente, los “otros” deberían subordinarse a él.
Sigue
relatando el Dr. Othoniel, contando una historia donde protagonizó un accidente
en el cual casi pierde el brazo derecho.
A
la espera de que lo operaran, recibió la visita de dos “profetas” a quienes no
conocía, y ellos profetizaron sobre su futuro inmediato y el estado de su
salud.
En
lo que sigue, preste atención el lector, a lo escrito en mayúsculas, porque
allí está la clave de lo que le faltaba al Dr. Othoniel para acreditarse como
“apóstol” de Jesucristo: “haber visto al Señor resucitado”
“Cuando volví de la
operación, salí hablando en lenguas. El
Señor me llamaba a un Apostolado y me resistía, le dije:Señor, cuando regrese a
Guatemala, si esto es tuyo que ellos lo digan y no yo. Dentro de todo, lo más
maravilloso fue cuando EL SEÑOR ME CONCEDIÓ EL PRIVILEGIO DE VERLO EN MI ALCOBA, LLAMANDOME A
ESTO. ALLÍ ESTABA EL SEÑOR, A DOS
METROS DE DISTANCIA, ABRIÓ SUS BRAZOS, ME SONRIÓ. Muchas personas me han pedido
que lo dibuje, pero no se puede ni describir. Era tan real que hasta su ropa se movía con el aire del ventanal.
Fue allí donde el Señor
me llamó para servirle totalmente. Después quedó hablando a mi conciencia, por el
Espíritu.
Así mismo el Señor me dijo: “Porque los Apóstoles
del Espíritu me tienen que ver como Pablo, glorificado, y ahora estoy
levantando Ministros del Espíritu quienes me verán glorificado para cumplir este
Ministerio”.
Yo entiendo, según el
capítulo 1 del Libro de los Hechos, que a los Apóstoles de la era del Espíritu,
reciben órdenes por el Espíritu, esa es la vía.
Si el Señor mismo se apareció a Othoniel Rios Paredes, ¿queda invalidado
el versículo de 1Corintios 15:8?
Veamos todo el contexto:
1Co
15:3 Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
1Co 15:4 y que fue sepultado, y que
resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
1Co 15:5 y que apareció a Cefas, y
después a los doce.
1Co 15:6 Después apareció a más de
quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya
duermen.
1Co 15:7 Después apareció a Jacobo;
después a todos los apóstoles;
1CO
15:8 Y AL ÚLTIMO DE TODOS, COMO A UN ABORTIVO, ME APARECIÓ A MÍ.
1Co 15:9 Porque yo
soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado
apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
Si
borramos 1Corintios 15:8 ¡Esta es la excusa perfecta para que cualquier persona inescrupulosa pueda mentir: YO HE
VISTO AL SEÑOR RESUCITADO: SOY APÓSTOL!!
Refiriéndose
a estas personas dice el pastor Miguel
Rosell: ………””aseguran
que a lo largo de los últimos cincuenta años del siglo XX, Dios “ha restaurado” los cinco ministerios
de Efesios 4: 11, es decir: "…a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros".
Pero,
¿es eso así? ¿Realmente Dios ha tenido que restaurar algún ministerio? Cuando hablamos de restaurar, implícitamente estamos
hablando de “recuperar” o “recobrar, o también “reparar algo deteriorado”. ¿Qué es
lo que se tenía que mejorar, recuperar o reparar? ¿Es que Dios hace las cosas a
medias?................En primer lugar, no podemos dejar de considerar, que
estos maestros dominionistas
nos quieren hacer creer que la Iglesia por siglos y hasta el momento
actual, no ha funcionado según Dios hubiera querido. No obstante, aseguran, que
por el contrario, ahora Dios ha traído “nueva luz”, y el Espíritu Santo está
levantando a hombres y mujeres especiales y muy “ungidos”, para causar un
“avivamiento mundial” desconocido hasta la fecha. Más que un “avivamiento”,
dicen, será una Reforma total y mundial.
Según
enseñan, ahora, con el surgimiento de esos hombres, las cosas van a cambiar, y
la Iglesia va a conocer una gloria que hasta la fecha jamás ha visto, incluso
haciendo palidecer a aquellos verdaderos apóstoles de la iglesia primitiva; ¡Cuánta
megalomanía!””
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