EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



viernes, 31 de enero de 2014

LA “UNCIÓN” y “EL MOVER DEL ESPÍRITU”


Por El Contendor

 

En los videos  http://youtu.be/u7pjYACZEWQ y http://youtu.be/UOIEJISB7OM de Claudio Freidzon - “El fuego del Espíritu en Colombia I y II” se puede ver y escuchar en acción a uno de los más grandes estafadores de la fe de estos últimos tiempos.

No es (lamentablemente) el único pues ya la extensa lista de los principales  la he publicado en otros escritos anteriores. Todos son de la “escuela” de Benny Hinn. También, como en el caso de Benny, relata Freidzon que luego de mucho orar y pedir el espíritu santo, éste entró un día en su habitación y lo “ungió” y su iglesia pasó a tener (de unas pocas personas) a tener más de 70 mil.

Se lo podría considerar todo un éxito para la gloria de Dios, si todas estas personas hubieran sido verdaderamente salvas; pero no se puede pedir que el espino dé duraznos o ciruelas. Del árbol malo no se recogen buenos frutos.

Las falsas enseñanzas que se imparte en estas iglesias son “verdades a medias” que impiden llegar a la verdad absoluta que es Cristo: (1Pe 2:22)  “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;”.

Según lo relata el mismo Benny Hinn, en su libro titulado “La Unción”, él recibió este “don” en una de las reuniónes de Kathryn Kuhlman la falsa profeta que junto con Aimee Semple McPherson son veneradas por Hinn

quien visita las tumbas de ambas para recibir la “unción” que fluye o emana de ellas. Esta es una práctica no sólo supersticiosa sino que también es una práctica diabólica. La supuesta “unción” recibida de los muertos es “algo” que NO PROVIENE DE DIOS, en otras palabras, si no proviene de la luz, proviene de las tinieblas. (ver publicaciones de El Contendor del 31-10-2013 “Discernimiento” Partes 1 – 2  - 3)

En una entrevista que le hicieron, Claudio Freidzon comenta que, en los comienzos de su supuesto “ministerio,” le regalaron un libro que en aquél momento era único en la Argentina; y la persona que se lo regaló le dijo que ese libro era para él y sólo para él. El libro en cuestión era “Buenos días Espíritu Santo”, y su autor: Benny Hinn; dicho libro, junto con otro del mismo autor, titulado “La Unción” se han hecho famosos por todo el mundo. El resto de la historia de la “unción” de Freidzon está contada en las primeras líneas de este escrito.

En todas las denominaciones “cristianas” que han adoptado la modalidad carismática, se utiliza un vocabulario y también frases cuyo uso no concuerda o no tienen el significado con el que se aplican en la Biblia.

En Génesis 1:2 encontramos que dice:” Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Es el único versículo de la Biblia donde se puede encontrar una frase parecida al “mover del Espíritu” que hoy se utiliza en todas las reuniones de “prodigios y milagros” pero con otro sentido muy distinto al que se le da en Génesis 1:2.

En estas reuniones multitudinarias se escucha decir al predicador: “Siento el mover del espíritu hoy acá” “pídanle al espíritu ser llenos por él” “con una doble porción, con una triple porción”  “¡¡Recíbelo!!” “¡¡Recíbelo!!”  acá, “¡¡Recíbelo!!”, allá atrás, “¡¡Recíbelo!!” “¡Se abren los cielos!, la gloria de dios está presente!”. “¡Hoy vas a ser ungido con el poder del espíritu!, recibe la unción!!”

Voy a repetir una aclaración que siempre hago en mis escritos: cuando el lector vea la palabra dios escrita con minúscula, o la palabra espíritu escrita con minúscula es porque en el contexto, la intención no es nombrar al Dios verdadero ni al Espíritu Santo, de otra manera el párrafo anterior sería una blasfemia.

Y es realmente una blasfemia cuando este tipo de alocución sale de la boca de un falso predicador que dice hablar en el nombre del Dios Verdadero.

¿Quiénes son Claudio Freidzon, Carlos Annacondia, Benny Hinn o cualquiera de los charlatanes del evangelio para andar repartiendo  al Espíritu Santo en porciones?

Lo que en realidad están repartiendo entre el público son espíritus demoníacos que voltean a las gentes desatando convulsiones, carcajadas y desenfreno. ¡Esto no es de Dios!. Tampoco lo es la “unción” fresca o rancia que dan o reciben estos individuos y el “poder” que proviene de ella no baja desde lo alto sino que sube desde las profundidades del el Averno, donde deben yacer probablemente las falsas profetizas que lo han conferido.

No existe nada tal como una “unción que se siente”, ni una “unción fuerte” ni una “unción poderosa” ni una “unción que llene un cuarto” ni una “unción que llene un estadio de futbol”. No existe ningún fundamento en la Biblia que nos permita suponer la existencia de ese fluido mágico e invisible que flota sobre la multitud de personas que anhelan recibirlo.

Este lenguaje es usado por los predicadores del engaño para crear el clima  adecuado y predisponer a la gente a aceptar toda clase de trucos milagrosos o verdaderos milagros de demonios: Mateo 24:24  Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

Como dijimos más arriba, el Espíritu Santo no anda recorriendo los pasillos de la iglesia (el llamado “mover del espíritu”) para entrar en la persona que lo desee  cuando el “pastor” ordene  “¡¡recíbelo!!”

Son mentirosos, (iguales a Satanás) los predicadores que hablan del “mover del espíritu” asignándole este mover al Espíritu Santo.

En el Antiguo Testamento Dios elegía a las personas que Él quería usar para desempeñar alguna función o trabajo y sólo a estas les enviaba su Espíritu para equiparlas para tales tareas: Abraham, Moisés, David, etc. profetas,  sacerdotes,  algunos reyes,  son ejemplos de personas en quienes moraba el Espíritu de Dios.

También en el Nuevo Testamento tenemos personas como Juan el bautista, de quien leemos en Lucas 1:15  “porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.”

Pero desde Pentecostés en adelante, el Espíritu Santo es recibido por el creyente como consecuencia del nuevo nacimiento (Juan 3:3  Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.)

Efesios 1:13  En Él también [ en Cristo] vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

Efe 1:14  que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Ya vimos en qué circunstancia y en qué forma se recibe el E. Santo que mora en cada creyente  cristiano nacido de nuevo.

El “mover del espíritu” sobre las multitudes de las mega-iglesias declamado por los falsos maestros y predicadores es otra mentira más.

El mover del Espíritu se produce en el corazón de cada creyente verdadero llegando a la llenura cuando nuestra vida está entregada totalmente al gobierno del Espíritu de Dios. Porque el Espíritu Santo no se da por porciones. Todos los creyentes recibimos el mismo Espíritu pero, entiéndase, la llenura del E. Santo se produce cuando el creyente entrega el control total de su vida al Señor.

¡Cuídate de que ningún charlatán evangelista te toque o te sople para que caigas al piso!  Si esto te ocurre has recibido un espíritu que no es de Dios.

Volviendo al tema de la “unción”, veremos qué dice la Biblia al respecto:

Primero aclaremos que unción es la acción de ungir o untar. Pero también tenemos una definición que sorprende un poco ya que no se trata de un diccionario Bíblico sino del de la Real Academia Española, que como 3ª acepción dice: Unción: 3. f. Gracia y comunicación especial del Espíritu Santo, que excita y mueve al alma a la virtud y perfección.

Hasta desde el punto de vista de un laico, la unción es una manifestación interna, (en el alma) del E. Santo y NO algo que se manifiesta externamente como un fluido o un poder sobrenatural que anda por el ambiente impregnando con su perfume a cualquier clase de personas (creyentes o no).

Los frutos del Espíritu (Gál 5:22-23: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza) son las únicas manifestaciones externas que puede exhibir el creyente en el que mora el Espíritu Santo.

 

La costumbre de ungir la encontramos mencionada den A.T. y también en el N.T.  

Había  dos tipos de aceite para ungir: a) el empleado por los sacerdotes. El aceite de la unción era un compuesto de cinco ingredientes: mirra, canela, cálamo, casia y aceite en distintas proporciones. Se usaba para ungir todo lo que estuviera consagrado a Dios, tanto objetos (Éxodo 40:9-11) como personas, estando terminantemente prohibido su uso con otro fin diferente. Estaba bajo el cuidado directo del sumo sacerdote (Números 4:16).

b) El otro tipo de aceite es  el que se traía del Oriente para ser utilizado como perfume; se alude a este último en Juan 12:3  Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume”.  Perfumar al huésped constituía una muestra de afecto y hospitalidad.

 

La palabra ungir se utiliza, metafóricamente en los siguientes versículos; el lector al leerlos podrá encontrar el verdadero concepto, y para qué recibimos la unción. Prestar especial atención a lo destacado en “negrita”.

2Corintios 1:21  “Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,

2Co 1:22  el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras [garantía] del Espíritu en nuestros corazones”.

 

1Jn 2:18  Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.

1Jn 2:19  Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

1Jn 2:20  Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y CONOCÉIS TODAS LAS COSAS.

 

1Jn 2:27  Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, Y NO TENÉIS NECESIDAD DE QUE NADIE OS ENSEÑE; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él.

 

2Co 2:14  Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

2Co 2:15  Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;

2Co 2:16  a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?

2Co 2:17  Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.

2Co 3:4  Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;

2Co 3:5  no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,

Comentario:  1Juan 2:19-20 de Jamieson- Fausset-Brown

Sólo los ungidos de Dios en Cristo pueden resistir a los que están ungidos con el espíritu de Satanás, anticristos, que quieren apartarlos del Padre y del Hijo. Los creyentes tienen al Espíritu de unción de parte del Padre también, tanto como del Hijo: asimismo como el Hijo es ungido por el Padre.

Por tanto el Espíritu es la señal de que estamos en el Padre y en el Hijo; el que no lo tiene no es de Cristo. El ungüento material de los ingredientes más caros se derramaba sobre la cabeza de sacerdotes y reyes, para tipificar el ungüento espiritual que procede de Cristo, la Cabeza, a nosotros miembros de su cuerpo. No podemos tener parte en él como Jesús, a menos que seamos verdaderos cristianos y estemos en él como Cristo, ungidos con aquel crisma [aceite perfumado] que es del Santo. El Espíritu derramado sobre Cristo, la Cabeza, es difundido por él por todos los miembros. “Parece que somos todos el cuerpo de Cristo: porque todos estamos ungidos: y todos en él somos de Cristo y somos Cristo, porque en alguna medida el Cristo entero es Cabeza y cuerpo.”

 

Como hemos visto, la UNCIÓN, el ungir y los ungidos de los que se habla en la Biblia, nada tiene que ver con lo que proclaman y declaman los traficantes del evangelio.

Si usted concurre a una reunión evangélica donde el que predica comienza a hablar de la “unción”, el “mover del espíritu” o le ofrece “recibir el espíritu” o “doble porción” o quiere “ungirlo” poniendo las manos sobre su cabeza, tocándolo en la frente o en el pecho o soplando sobre usted para voltearlo sobre el piso, ¡NO LO ACEPTE!, ¡usted no está en una reunión donde se predica la sana doctrina! Usted está en un aquelarre, ¡está en la antesala del infierno!, ¡salga huyendo de allí!

 

No busque a Dios para pedirle un milagro que cubra sus necesidades materiales; esta es una actitud mezquina y egoísta.

Él ya ha realizado para usted el milagro más grande y generoso que se pueda imaginar: Nos ha dado a su unigénito Hijo para que ocupe en la cruz el lugar en el que deberíamos estar nosotros pagando nuestros delitos y transgresiones. Ése es el milagro: Juan 3:17  Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

(Juan 3:18 ) El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

¿Cree usted esto en su corazón? Si es así, busque a Dios no para seguir pidiéndole milagros, sino para agradecerle por lo que Él hizo por usted; ¡vaya y proclame a los cuatro vientos este milagro! ¡No sea egoísta y haga que otros también se enteren que tienen a su disposición el regalo inmerecido de la Gracia!

Después, si pedimos conforme a Su voluntad, recibiremos la añadidura.

Mateo 6:31  No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

Mat 6:32  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Mat 6:33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

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