EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



miércoles, 9 de marzo de 2011

EL NUEVO EVANGELIO TRANSCULTURAL ( I )

Continuamos con la transcripción de las predicaciones del pastor J.A. HOLOWATY que tienen relación con los temas que estuvimos publicando en las últimas entradas de este blog.


El nuevo evangelio transcultural  ( I )
(Publicación del año 2003)
Pastor, J.A.Holowaty

Escuchó alguna vez acerca del... "evangelio transcultural?" Cuando uno comienza a averiguar esto, en un primer momento parece algo plausible, incluso necesario. Uno se fija la idea que lo que pretenden, es tratar de comprender a la gente del lugar donde uno quiere presentar el evangelio. En otras palabras, si usted va a Brasil y la cultura allí festeja su carnaval, usted debe adecuar el evangelio al carnaval, de modo que los brasileños no rechacen el evangelio. Es lo mismo que decirles que ellos pueden seguir participando en las orgías carnavalezcas y al mismo tiempo pretender que son cristianos. Siempre uno puede hallar algún..."texto bíblico para apoyar la idea".
Lo mismo ocurriría con la música. Si usted ha de ser discípulo de uno de estos conceptos del transculturalismo, olvídese del concepto de la música cristiana que presenta Pablo cuando dice: "... con salmos e himnos y cánticos espirituales" (Col. 3:16b).
Hoy en día muchos cristianos dirán que esta música paulina es "para los viejitos" no para la generación joven y artísticamente tan avanzada.
¿Cuál era el evangelio que Pablo predicaba al recorrer Asia y luego Europa? ¿Trataba de averiguar la cultura de cada pueblo para acomodar el evangelio a esas culturas respectivamente? No, usted no verá tal cosa, Pablo predicaba a Cristo y nada más.
Él escribió a los hermanos en Corinto: "Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios" (1 Co. 1:22-24). Un poco más adelante dice: "Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado" (1. Co. 2:2).
Hoy por hoy los colombianos piden cumbia, los del Caribe salsa, los brasileños macumbas, los carismáticos milagros, los pentecostales lenguas, los de Shuler y muchos otros buscan autoestima, visualización y prosperidad material lo mismo que el poder de la palabra.
Estos... gustos tan variados irán en aumento, pero el deber del auténtico cristiano es exigir que el pecador se ajuste a la doctrina de Cristo, abandonando sus gustos y creencias. No importa la cultura, el evangelio es el mismo para Asia, África, Europa, América, etc. Todos los pecadores padecen del mismo mal: el pecado, por lo tanto, todos necesitan el mismo auxilio: el divino.
Necesitan saber del mismo Cristo que fue crucificado por ellos para redimirlos y salvarlos. No existen diferentes medios de salvación para los respectivos grupos étnicos con sus diferentes culturas.
La idea del "evangelio transcultural" se está haciendo muy popular, pero nosotros debemos cuidarnos de este truco satánico.
En la Biblia leemos: "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,
sea anatema" (Gá. 1:8,9). Pablo no tenía un evangelio para los judíos y otro para los griegos, luego otro para los asiáticos y otro para los romanos. Las culturas eran muy diferentes, pero el evangelio diseñado por el Espíritu Santo es tal que tiene el mismo efecto en todos y cada uno de los diferentes pueblos del globo.
Quienes predican este falso evangelio transcultural sostienen que en un país donde impera la idolatría, no se debe hablar abiertamente en contra de la idolatría. Dicen que en un país, como Alemania por ejemplo, donde beber bastante cerveza es parte de la cultura, o en España, donde abunda el buen vino, no se debe hablar contra estas bebidas ni contra el pecado de la embriaguez porque eso no es pecado para esos pueblos, pero sí lo es donde no se bebe tanto.
Si los misioneros que llevaron el evangelio a tantos pueblos de la tierra en el pasado hubieran seguido este patrón, en muchos de esos países no habría cristianos hoy. El que lleva las buenas nuevas debe ser bien claro en esto. El mismo evangelio que predicó el Señor, lo predicó Pedro a los judíos en Jerusalén el día de Pentecostés. Luego Felipe lo predicó en Samaria, también Pedro en la casa de Cornelio. Pablo hizo exactamente lo mismo cuando predicó a los griegos y a los romanos. Lo único que cambiaba era el idioma, pero ellos siempre denunciaron exigiendo que los paganos abandonaran su paganismo y se volvieran al Dios verdadero, aunque el politeísmo era la cultura de esos pueblos.
¡Cuán rápidamente ha pasado el tiempo! Nos encontramos ya en el año 2003. Con el temor al Y2K, el que finalmente resultó un fiasco, la tecnología moderna ha creado un nuevo mundo electrónico sin fronteras. Podemos ver ya a la vuelta de la esquina el gobierno del Anticristo. Las corporaciones multinacionales han unido a este mundo en una forma que era imposible anticipar hace sólo unas décadas. ¡No hay forma de regresar! Durante años Profecías Bíblicas ha estado anticipando este escenario.
Los billones de dólares gastados para prevenir las fallas en el sistema computarizado mundial puso el fundamento para una nueva explosión tecnológica más allá de la imaginación. No sorprende que los líderes cristianos hayan también sucumbido víctimas de la euforia al considerar la creciente apostasía. "A fin de cuentas", dicen algunos, "con la alta tecnología: ¿quién necesita el Espíritu Santo?
¿Quién le teme a Dios? ¡El hombre ahora lo controla todo!"
Por años hemos estado dando advertencias respecto al aumento acelerado del ecumenismo. Ya que el Señor no vino por su iglesia en el año 2000, como muchos esperaban, cada vez somos menos los que creemos en el rapto. Uno puede ver a la iglesia mundial, la del Anticristo, elevándose como el ave fénix desde las cenizas del cristianismo profesante. Es bien fácil poder trazar esta progresión. Además de esto, advertimos un nuevo fenómeno entre el cristianismo. Como hoy se está predicando el evangelio en diferentes países del mundo, se está popularizando cada vez más el concepto de un evangelio que se ajuste a cada cultura, en otras palabras, un "evangelio transcultural".
El apóstol Pablo se sorprendió cuando la primera generación de cristianos comenzó a morir. Hoy, ha concluido el segundo milenio de la historia de la iglesia y estamos ya en el tercero. No sería raro que los santos que dan testimonio en gloria, estén diciéndose unos a otros: "¿Quién lo hubiera pensado, que la Iglesia haya entrado en su tercer milenio de existencia?" Pero así es la forma cómo opera la providencia de Dios. ¿Qué nos depara este tercer milenio en esa porción de tiempo que queda hasta que vuelva el Señor?
Lamentablemente, hay tendencias peligrosas que son bien alarmantes.


(Continúa en post II )

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