Por El Contendor
Cuando comencé a
escribir esta página de internet, “El Contendor por la Fe”, en defensa de la
Sana Doctrina y en cumplimiento de la exhortación que se nos hace en Judas 1:3
, y con el firme propósito de servir a Dios, con lo mejor de los dones que de
Él recibimos, me propuse, en un principio, combatir contra las falsas doctrinas
confrontándolas con las únicas verdades que son irrefutables, las que
encontramos en La Biblia, la Palabra de Dios.
Toda religión,
secta, credo, etc. cuyas doctrinas o enseñanzas no armonicen en un 100 por
ciento con las enseñanzas bíblicas, no proviene de Dios y por consiguiente provienen
de su adversario Satanás o diablo.
Las falsas
doctrinas anidadas en religiones cristianas y no cristianas, apartan a sus
“creyentes” del único camino de salvación: Jesucristo, y son el mejor vehículo
de que dispone Satanás para transportar a las almas que van dejando este mundo,
hacia sus prisiones de oscuridad y castigo eterno.
Budismo, hinduismo, islamismo, nueva era, y
sus derivados, son creencias cuyos “maestros” han sido “instruidos”
directamente por Satanás y sus servidores y ya tienen su perdición asegurada.
Quizás algunos pocos, si recibieron el Evangelio, se puedan volver a Cristo y
puedan ser salvos. Pero nadie puede esperar una conversión en masa en estas
religiones.
Pero dentro de
los que se autodenominan “cristianos”, las sectas como los Testigos de Jehovah,
Los adventistas, los mormones, y aún los católicos, tienen enseñanzas y cultos
fácilmente detectables como herejías.
Pero el mayor
peligro para los cristianos evangélicos en estos días, aparece encubierto y
disimulado detrás de los disfraces de ciertos
“maestros”, “apóstoles”, y “profetas” sobre los cuales nos dice Pedro: 2Pe
2:1 Pero hubo también falsos
profetas entre el pueblo, como habrá
entre vosotros falsos maestros, que
introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina.
2Pe 2:2 Y
muchos seguirán sus disoluciones, por
causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado. 2Pe 2:3 y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la
condenación no se tarda, y su perdición
no se duerme.
Estos falsos son los más peligrosos ya que sus
enseñanzas son apetecidas por muchos “cristianos” nominales pues se acomodan a
sus intereses carnales; y lo peor de esto, es que fueron convencidos por sus
“maestros” de que son salvos, cuando es evidente que no lo son, pues están
siguiendo un evangelio diferente.
Los falsos maestros fanatizan a sus seguidores
a tal punto que ellos son los primeros en salir en su defensa cuando se
denuncia a tal o cual iglesia por su falsa enseñanza, en seguida aplican sus
recitados argumentos: “¿quién
extenderá su mano contra el ungido de Jehová,
y será inocente?” o
también “No juzguéis, para que no seáis juzgados” etc. que mal aplicados o
fuera de su contexto, los esgrimen como defensa de sus “maestros”.
Pero denunciar a las falsas doctrinas señalando sus errores y
herejías es como combatir a las hormigas sin atacar el hormiguero. En otras
palabras: las falsas doctrinas se originan en las falsas enseñanzas de los
falsos maestros. En consecuencia, la conclusión a la que llegué es que para
combatir contra las falsas doctrinas, debemos denunciar a los falsos maestros,
sean “apóstoles”, “profetas” o como quieran autodenominarse.
Es bíblico denunciar a los apóstatas y falsos maestros como
podemos comprobar con la Biblia; veamos algunos ejemplos:
-2 Timoteo 1:15: Figelo y Hermógenes
(traidores) Nada más se sabe acerca de Figelo y Hermógenes, los que
evidentemente se opusieron al ministerio de Pablo. Estos hombres son una
advertencia de que aun los líderes pueden caer. A Onesíforo se le menciona como
un ejemplo positivo, en contraste con aquellos otros.
-2 Timoteo 2:16-18
El apóstol Pablo dice con respecto a
los falsos maestros: “Mas
evita profanas y vanas palabrerías,
porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de
los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se
efectuó, y trastornan la fe de algunos.”
2Ti 2:19 Pero
el fundamento de Dios está firme,
teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese
de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
-2 Timoteo 3:8: Janes y Jambres (se opusieron a Moisés;
resistieron a Dios) Según la tradición, Janes y Jambres fueron dos
de los magos que imitaron los milagros de Moisés ante Faraón (Exo_7:11-12). Pablo explica que así como Moisés
los enfrentó y los derrotó (Exo_8:18-19),
Dios derrotaría a los falsos maestros que plagaban la iglesia de Efeso.
-2 Timoteo 4:10: Demas.(apóstata)
Se le menciona tres veces en las cartas de Pablo, y bien puede ser que puntúen
una tragedia. (i) En Filemón 1:24 se le incluye entre un grupo de hombres que
Pablo llama sus colaboradores. (ii) En Col_4:14 se le menciona sin comentario. (iii) Aquí
había abandonado a Pablo porque amaba este mundo presente. Primero, Demas el
colaborador; luego, simplemente Demas, y finalmente, Demas el desertor que
amaba este mundo. Aquí tenemos la historia de una degradación espiritual. Poco
a poco, el colaborador llegó a ser el desertor, y el título de honor se
convirtió en un nombre de vergüenza.
¿Qué le sucedió a Demas? No podemos decirlo de seguro, pero
podemos suponerlo.
(i) Puede ser que empezara a seguir a Cristo sin calcular el
precio; y puede ser que no fuera del todo culpa suya. Hay una clase de
evangelismo que anuncia: "¡Acepta a Cristo y tendrás paz y descanso y
gozo!» En cierto sentido, el más profundo de todos, eso es auténtica y
benditamente cierto; pero también es verdad que cuando aceptamos a Cristo
empezamos a tener problemas. Hasta ese momento hemos vivido de acuerdo con el
mundo y sus principios. La vida nos era fácil, porque seguíamos la línea de
menor resistencia e íbamos con la mayoría. Pero, una vez que uno acepta a
Cristo, acepta una serie de principios totalmente nuevos, y se compromete a una
clase de vida totalmente nueva en el trabajo, en sus relaciones personales, en
sus placeres... y tiene que haber colisiones. Puede que Demas se sintiera
atraído a la Iglesia en un momento de emoción, sin tener tiempo para pensar las
cosas a fondo; y cuando la impopularidad, la persecución, el sacrificio, la
soledad y la cárcel se le presentaron, se salió porque no era eso lo que él
esperaba. Cuando uno se compromete a seguir a Cristo, lo esencial es que sepa
lo que está haciendo.
-2 Timoteo 4:14 Alejandro el calderero: Bien
puede ser que Alejandro fuera un cristiano renegado que acudiera a los
magistrados aportando información, falsa o verdadera, que se podía usar contra
Pablo, en su deseo de desacreditarle y destrozarle de la manera más deshonrosa
posible.
En 3 Juan 9, Juan menciona a Diótrefes.(mal ministro de su iglesia) Lo único
que sabemos de Diótrefes es que quiso controlar la iglesia. Juan denuncia (1)
su renuencia a prestar atención a otros predicadores del evangelio, (2) la calumnia
que hace de éstos, (3) su mal ejemplo al negarse a dar acogida a cualquier
predicador del evangelio, y (4) su intento de excomulgar a quienes se oponían a
su liderazgo. Pecados tales como el orgullo, el celo y la calumnia todavía
están presentes en la iglesia, y cuando un predicador tiene la costumbre de
estimular el pecado y desalentar la conducta espiritual, se le debe detener.
Jesús reprendió a los falsos maestros
en Mateo 23.
En la Biblia
vemos cómo los falsos maestros y ministros, los apóstatas y los traidores son
señalados con sus propios nombres;
en consecuencia, a los seguidores de estos “personajes” les decimos que en
estos casos no está bien aplicado el “no juzgar”, por el contrario debemos
“juzgar con justo juicio” según Mateo 7:24.
Tampoco está
bien aplicado en defensa de estos falsos maestros el “no tocar a los ungidos”,
pues los creyentes cristianos tenemos un único Ungido que es el Cristo, nuestro Señor.
Por otra parte,
todo cristiano nacido de nuevo es un ungido (con minúscula) pues todos
hemos recibido un mismo Espíritu, el Espíritu Santo.
1Jn 2:20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas.
1Jn 2:27 Pero la unción
que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os
enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él.
La unción que
recibimos los creyentes, la recibimos del E. S. el día que creemos en
Jesucristo, es decir el día que nacemos
de nuevo (con todo lo que esta frase implica).
Pero nosotros somos siervos del Señor, ungidos por Él que
es nuestro Rey, el único cuyo Nombre está por encima de cualquier otro nombre.
Todos los demás cristianos tenemos el mismo grado de unción; los hermanos que se congregan
en una iglesia, no tienen menor unción que su pastor o que su maestro, por esto
mismo, aquéllos que se autodenominan ungidos, o
aceptan o permiten que se les llame ungidos
como si tuvieran un título de preeminencia, en verdad están poniendo en
evidencia su falsedad como ministros del Señor. Aquél que se llame (a sí mismo)
ungido se está poniendo en el lugar de Cristo y por lo tanto es un anticristo tal como lo explica Juan.
1Jn 2:18 Hijitos,
ya es el último tiempo; y según
vosotros oísteis que el anticristo viene,
así ahora han surgido muchos
anticristos; por esto conocemos que es
el último tiempo.
1Jn 2:19 Salieron de nosotros, pero
no eran de nosotros; porque si
hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron
para que se manifestase que no todos son de nosotros.
En otras palabras: los falsos maestros, si alguna vez
estuvieron en la Iglesia de Cristo, desde el momento que comenzaron a predicar
un evangelio diferente al que predicaron los Apóstoles del Señor, quedaron
excluidos del Cuerpo de Cristo que es su Iglesia, y pasaron a ser anticristos y
anatemas (malditos). En consecuencia: abran sus ojos y destapen sus oídos aquellos que los
siguen, los defienden, los elogian, les dan sus ofrendas y hasta casi los
veneran, pues al hacer esto están transitando el camino de la perdición.
Es necesario para mantener intacta la Fe que nos
ha sido dada una vez y para siempre a los santos, que denunciemos con nombre y apellido a cada uno de los falsos: maestros, apóstoles, profetas
ungidos, etc. que proliferan por todo el mundo, engañando y destruyendo almas, “por
causa de los cuales el camino de la verdad es blasfemado”.
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