EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



viernes, 17 de mayo de 2013

“DIOS ME DIJO…….” 1ª Parte


Por El Contendor

No es la primera vez, ni será la última, si Dios así me lo permite, que deba citar en esta página la profética exhortación del apóstol Pablo a Timoteo, su amado hijo en la Fe:

2Ti 4:1  Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,

2Ti 4:2  que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

2Ti 4:3  Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,

2Ti 4:4  y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.

2Ti 4:5  Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

 

Si bien, en aquellos comienzos del cristianismo, el apóstol Pablo vislumbraba que la apostasía se estaba insinuando en algunas de las Iglesias que él había establecido como fruto de sus viajes misioneros, Pablo en 2Timoteo 4:3-4 está profetizando sobre la situación de las iglesias cristianas de estos últimos tiempos.

 

APÓSTOLES Y PROFETAS

 

1Juan 4:1   Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

 

Conocemos el origen se ciertas sectas que se denominan “iglesias” y que han llegado hasta nuestros días; estas “iglesias” reúnen gran cantidad de almas, millones de personas han sido ganadas por las muchas mentiras que en ellas se “predican”.

 

Los fundadores de estas  “iglesias” han sido personas megalómanas, que se asumieron a sí mismas como designadas por Dios para cumplir una gran misión o proclamar al mundo nuevas revelaciones.  Suelen expresarse, delante de sus congregados, con  las frases “Dios me dijo…”, Dios me ha revelado…” “Dios nos da una visión..” “Yo te profetizo……”, “[Dios] pones tus palabras en mis labios”, etc. etc.

Los que utilizan estas frases son los que se asumen como “profetas”, “ungidos por Dios”, colocándose en una posición se superioridad respecto de sus oyentes quienes, por falta de conocimiento (Oseas 4:6) de la Palabra de Dios, aceptan las “revelaciones” de sus líderes, quienes raramente abren sus Biblias y cuando lo hacen es para adaptar algún pasaje bíblico a sus espurias doctrinas

En el comentario de “La Biblia del Diario Vivir” leemos:

(Oseas 4:6)  Dios acusó a los líderes religiosos de no dejar que el pueblo lo conociera. Se esperaba que fueran líderes espirituales, pero se volvieron líderes de las malas acciones. El pueblo pudo haber dicho: "No debe ser malo si los sacerdotes lo hacen". El liderazgo espiritual es una responsabilidad muy grande. Ya sea que usted enseñe en la Escuela Dominical, trabaje en la oficina de la iglesia, o guíe un estudio bíblico, no tome a la ligera sus responsabilidades. Sea un maestro  que guíe siempre hacia Dios.

 

Se presentan ellos mismos como apóstoles y/o profetas. Pero estas personas ignoran (o quieren ignorar) que el libro del Apocalipsis cierra el canon de las Sagradas Escrituras y es un libro eminentemente profético y fue escrito por el apóstol Juan, el más joven de los 12 apóstoles y el último en morir.

Dice el historiador Orígenes refiriéndose a Juan como Apóstol, Evangelista y Profeta:

Juan, el hijo de Zebedeo, dice en su Apocalipsis[...] [...]Una vez más, en su descripción del Logos de Dios en el Apocalipsis, el Apóstol y Evangelista (y el Apocalipsis le da también el título de profeta) dijo que vio la Palabra de Dios en el cielo abierto[...] [...] ¿Qué vamos a decir de él, que se apoyó en el pecho de Jesús, a saber, Juan, que dejó un Evangelio, a pesar de confesar que él podría hacer tantos que el mundo no los contendría? Pero también escribió el Apocalipsis [...].[]

Orígenes, «Comentario sobre el Evangelio de Juan

Como se deduce de las consideraciones anteriores, con la muerte de Juan desaparece el último de los apóstoles elegidos por el mismo Señor Jesucristo, y también el último de los profetas que recibió la Revelación de Dios que nos dejó plasmada en el Apocalipsis. Con él se completó todo aquello que Dios quiso revelar al hombre; desde el fin  del libro de Apocalipsis en adelante NADIE, salvo que sea un mentiroso y embaucador, puede emplear las frases “Dios me dijo…”, Dios me ha revelado…” “Dios nos da una visión..” “Yo te profetizo……”, “[Dios] pones tus palabras en mis labios”, etc. etc

 

Como bien lo expresa el pastor Miguel Rosell en su escrito “Los verdaderos, los falsos profetas y las falsas coberturas apostólicas”:

“”Seguidamente leemos en Efesios 4: 11 que Cristo: <<…constituyó a unos, apóstoles, a otros, profetas…>>. En el contexto correcto, estos profetas mencionados, son los que Cristo, que es el Verbo de Dios, usó para trasmitir el Logos a Su pueblo, es decir, la Palabra escrita.

Entonces, podemos entender que los apóstoles y profetas citados por Pablo en este pasaje son los mismos que cita en Efesios 2: 20. Por lo tanto, son oficios que concluyeron, porque esas personas ya no están entre nosotros, ya que no existe una “sucesión apostólica”, aunque su legado, por llamarlo así, que es la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) lo tenemos en nuestras manos.””

Las “iglesias” que, a continuación, vamos a investigar tienen, todas, la peculiaridad de haber sido fundadas por personas que, según sus propias convicciones, habrían recibido nuevas revelaciones directamente de Dios.

Este origen espurio invalida toda aspiración de pertenecer a la verdadera Iglesia de la cual Jesucristo es la “principal piedra de ángulo” (Efesios 2:20).

Sus desviaciones de la verdad van desde las más groseras herejías hasta el más sutil engaño.

Veamos de dónde provienen algunas de estas “iglesias” que  han perdurado en el tiempo hasta nuestros días:

 

Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Conocida popular y erróneamente como Iglesia Mormona, es una congregación religiosa cristiana restaurada a través de José Smith (hijo) en el estado de Nueva York, EE.UU., en el año 1830.

Hacia el año 1820, en la localidad de Palmyra, unos 80 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, Joseph Smith relata que después de haber leído  la Biblia recibió una primera visión celestial de Dios Padre y Jesucristo, que él describe en éstos términos:

“Vi una columna de luz, más brillante que el sol, directamente arriba de mi cabeza; y esta luz gradualmente descendió hasta descansar sobre mí [...] Al reposar sobre mí la luz, vi en el aire arriba de mí a dos Personajes, cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Uno de ellos me habló, llamándome por mi nombre, y dijo, señalando al otro: Éste es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!"[

El 21 de septiembre de 1823,[] Smith tuvo otra revelación: un ángel (llamado Moroni) le indicaría que en una colina, muy cerca de Palmyra, se encontraban enterrados unos manuscritos en planchas de oro, cuyo contenido sería un compendio de profetas que vivieron en la América antigua. Joseph Smith traduciría al inglés los escritos con ayuda de unas piedras de vidente Urim y Tumim. El producto de esa traducción es el Libro de Mormón que constituye el texto canónico de la religión, además de la Biblia.

 

Con lo dicho hasta aquí, el hecho de haber agregado UN LIBRO MÁS al canon de las Sagradas Escrituras, ya califica a esta “iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días” como ANATEMA.

Lo dice y lo reafirma el apóstol Pablo:

 

Gálatas 1:8  Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

Gál 1:9  Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

 

Actualmente hay 15 millones de almas que a causa de las enseñanzas heréticas de esta “iglesia” han sido alejadas de la salvación que se encuentra solamente en Jesucristo.

Sus “misioneros” suelen recorrer las casas de  puerta en puerta predicando  el error.

Si usted es un creyente nacido de nuevo, con  sólidas bases bíblicas, y  recibe la visita de estos misioneros no los eluda ni los rechace, no olvide que son almas en peligro de condenación eterna. Invítelos  a que lean en sus Biblias Gálatas 1:8-9 y predíqueles el verdadero Evangelio de Jesucristo, recuerde Judas 1:3; tal vez esta actitud ayude a que ellos conozcan la verdad y quieran ir a los pies de Cristo y comiencen a predicar la verdad en lugar de la herejía.
                                                                                              Continúa en 2ª Parte

No hay comentarios:

Publicar un comentario