Por El Contendor
Iglesia del Evangelio Cuadrangular
LA EXTRAÑA
HISTORIA DEL PENTECOSTALISMO
Lo que se
trascribe a continuación es un extracto de la publicación “Way of Life Literature's Fundamental Baptist
Information Service”
Otra muy influyente
evangelista y sanadora de fe Pentecostal fue AIMEE SEMPLE MCPHERSON (1890-1944), fundadora de la Iglesia
Internacional del Evangelio Cuadrangular. El Diccionario de los Movimientos
Carismático y Pentecostal la llama “la más prominente mujer líder que el
Pentecostalismo ha producido hasta la fecha”. Ella se casó tres veces y se
divorció dos. Su primer marido, Robert Semple, murió en China en 1910, donde la
joven pareja había ido como misioneros. En 1911 ella se casó con Harold Stewart
McPherson. Él se quejó sobre el histérico comportamiento de ella y su
negligencia hacia él, y en 1921 el
matrimonio finalizó en el divorcio (Eve Simson, The Faith Healer, p. 36). Aimee había dejado a Harold para
concurrir a predicar. Es interesante que la pastora asociada de Aimee, Rheba Crawford, también dejó su marido
para predicar, y el marido de Rheba
también se divorció de ella. (I).
En Mayo de 1926, McPherson desapareció y se pensó que se había ahogado mientras nadaba lejos de la costa de California. Un mes más tarde ella apareció en México, pretendiendo haber sido raptada, pero la evidencia hizo creer a la mayoría de las personas que ella tuvo un romance con un antiguo empleado, Kenneth Ormiston, quien entonces estaba casado. Los dos habían sido vistos juntos al principio del año durante el viaje a Europa de Aimee McPherson.(II)
En Mayo de 1926, McPherson desapareció y se pensó que se había ahogado mientras nadaba lejos de la costa de California. Un mes más tarde ella apareció en México, pretendiendo haber sido raptada, pero la evidencia hizo creer a la mayoría de las personas que ella tuvo un romance con un antiguo empleado, Kenneth Ormiston, quien entonces estaba casado. Los dos habían sido vistos juntos al principio del año durante el viaje a Europa de Aimee McPherson.(II)
El año siguiente luego del episodio, McPherson rechazó
los tabúes sociales contra los cuales predicaban las iglesias creyentes de la
Biblia de aquel día. Ella cortó sus cabellos y comenzó a beber, danzar, y a
llevar faldas cortas. En sus primeros años ella había predicado contra tales
cosas. Su director de coro,
Gladwyn Nichols, y la totalidad de los 300 miembros del coro renunciaron a
causa de su estilo de vida. Él dijo a la
prensa que ellos se retiraban a causa de “la rendición de Aimee a la
mundanalidad: su vestuario de trajes de fantasía y faldas cortas, joyería,
pieles, su nuevo apasionamiento con los cosméticos y cabellos cortos, todo ello
específicamente condenado por las Escrituras” (III) (Robert Bahr, Menos que Todos los Santos, p. 259).
En 1931 la divorciada McPherson se casó con el divorciado David Hutton. Él se divorció de Aimee en 1934.(I)
El ministerio de McPherson estuvo caracterizado por el inescritural fenómeno del matar del espíritu. Una de sus biografías, Menos que Todos los Santos, por Robert Bahr, contiene una foto de seguidores de McPherson yaciendo sobre el piso luego de que ella hubo impuesto sus manos sobre ellos y de que supuestamente fueron “bautizados por el Espíritu Santo”(IV). Hubieron también casos de “embriaguez espiritual” en sus primeras reuniones (Epstein, La Hermana Aimee, p. 162), aunque su ministerio posterior no estuvo caracterizado por tales demostraciones
En 1931 la divorciada McPherson se casó con el divorciado David Hutton. Él se divorció de Aimee en 1934.(I)
El ministerio de McPherson estuvo caracterizado por el inescritural fenómeno del matar del espíritu. Una de sus biografías, Menos que Todos los Santos, por Robert Bahr, contiene una foto de seguidores de McPherson yaciendo sobre el piso luego de que ella hubo impuesto sus manos sobre ellos y de que supuestamente fueron “bautizados por el Espíritu Santo”(IV). Hubieron también casos de “embriaguez espiritual” en sus primeras reuniones (Epstein, La Hermana Aimee, p. 162), aunque su ministerio posterior no estuvo caracterizado por tales demostraciones
Aimee McPherson
prometía que la sanidad física está disponible para aquellos que tienen
completa fe. A pesar de esto, la mayoría de quienes vinieron a sus reuniones en
busca de sanidad se fueron decepcionados. Para ir a la fila de sanidad de
McPherson se requería que uno obtuviera una tarjeta, y estas estaban
normalmente limitadas a 75 personas.
Aunque existieron
algunas notables curaciones documentadas bajo el ministerio de McPherson, uno
de los biógrafos de McPherson, Daniel Epstein (aunque extremadamente
simpatizante hacia ella), admitió que aquellas sanadas fueron “mayormente
enfermedades del sistema inmunológico, o atribuidas a la histeria”. Él dijo:
“La Hermana Aimee no tiene el crédito de haber levantado a alguien de la
muerte, de haber corregido un labio leporino o un paladar partido, o de haber
restaurado un miembro perdido, o un dedo, o un órgano interno”(V) (Epstein, La
Hermana Aimee, New York: Harcourt, Brace Jovanovich, 1993, p. 112).
McPherson predicaba un mensaje inescritural del
tipo sólo-positivo que se adelantó al método Neo Evangelical en muchas décadas.
Considere las siguientes descripciones de su mensaje hechas por su biógrafo:
Su predicación fue anecdótica y afectiva, nunca amenazadora”. (Epstein,
p. 118).
“Y ella se tomó la oportunidad para condenar el método de Billy Sunday, el
abstemio que gritaba a los pecadores y les amenazaba con la condenación y el
fuego del infierno. ‘guiémosles por la bondad y la simpatía’, aconsejó
Aimee” (Epstein, pp. 221, 222).
“Aimee construyó su carrera reemplazando el ‘Evangelio del Temor, Fuego del Infierno, y
Condenación’ con el ‘Evangelio de la Reconciliación y el Amor’” (VI) (Epstein, p. 283).
El evangelio “cuadrangular” que ella promovió fue: 1.-
Jesucristo como Salvador, 2.-Bautizador
en el Espíritu Santo, 3.-Sanador, y 4.-El
Rey que viene.
Aimee argumentó que ella recibió este evangelio a través de una
visión en 1922, en la cual Dios le
reveló que el Evangelio era para el cuerpo, el alma y el espíritu.
Resumiendo: Aimee McPherson llevó una vida
extravagante y contradictoria, se casó 3 veces y se divorció 2 veces.
Esto me lleva a preguntar (a quien quiera contestarme):
( I
) ¿Está permitido el divorcio y nuevo casamiento en la
“iglesia del evangelio cuadrangular”?
( II
) ¿Está permitido el adulterio en la I. del E. Cuadrangular?
(
III) ¿Está permitido a sus ministros (y también a sus
“creyentes”) llevar un estilo de vida mundanal: vestuario de trajes de fantasía
y faldas cortas, joyería, pieles, apasionamiento con los cosméticos y cabellos
cortos?. Todo ello específicamente condenado
por las Escrituras.
(IV) ¿Con qué autoridad la sra. McPherson “bautizaba
con el E. Santo”?
Lucas 3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la
verdad os bautizo en agua; pero viene uno
más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado;
Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Luc
3:17 Su aventador está en su mano, y limpiará su
era, y recogerá el trigo en su granero, y
quemará la paja en fuego que nunca se
apagará.
Está muy
claro que Juan el Bautista se está refiriendo a Jesucristo, el Señor. Ningún
otro puede bautizar en el espíritu Santo y fuego.
Parafraseando un párrafo del sermón de James W. Knox, diremos que Juan
(el bautista) hace una diferencia: dice que él estaba bautizando con agua, pero
alguien vendría que bautizaría en una forma diferente. Juan dijo que el que
vendría (Cristo) bautizaría con el Espíritu Santo y con fuego. Pero una persona
recibe uno de esos bautismos, nunca ambos.
Al leer Lucas 3:16 se debe continuar con el contexto siguiente: Lucas 3:17 “ Su aventador está en su mano, y limpiará su era,
y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.
Con el aventador se separa el grano de trigo, que es bueno, y se junta
para el Señor que lo va a guardar para Él. Estos
son los bautizados con el Espíritu Santo y son los verdaderos creyentes que lo reciben en el momento de creer en
Cristo como su Salvador.
Leemos en “1Corintios 12:13 Porque
por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o
griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu.
En cambio, la paja es un residuo inútil y se quemará en el fuego que
nunca se apaga; esta figura se refiere a los incrédulos, a los que rechazan el
Evangelio de la salvación y que serán arrojados al infierno, este es el bautismo con fuego.
Muchos citan solamente Lucas 3:16
y alegan que el fuego corresponde a las lenguas de fuego que aparecieron sobre
las cabezas de los apóstoles el día que descendió sobre ellos el E. Santo el
día de pentecostés. Pero esto no tiene ningún sustento si se continúa leyendo
el contexto en Lucas 3:17.
En resumen: el que es un creyente nacido de nuevo no necesita ni debe
esperar una 2ª experiencia con el Espíritu Santo pues ya mora en él desde el
mismo momento en que creyó, y mucho menos debe creer que el “hablar en lenguas”
es una “credencial” de haber recibido el E. Santo.
En los primeros tiempos de la Iglesia el propósito de los dones del E.
Santo (1Corintios 12:7-10) era básicamente la revelación sobrenatural de
verdades divinas. El grupo de dones mencionado aquí tenían manifestaciones
asombrosas en medio de la congregación
de los primitivos cristianos. En la época apostólica era común, y podía
asombrar a muchos creyentes pero también a incrédulos, ver a algún creyente
alabando a Dios en lenguas, o recibiendo revelaciones divinas, o profetizando
mensajes inspirados por el E. Santo; pero
no debemos pasar por alto que todo esto era necesario por el motivo que la
revelación final de Dios que se completó en La Biblia, en aquellos momentos
todavía se estaba escribiendo.
1Corintios
13:8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia
acabará.
1Co
13:9 Porque en parte conocemos, y en
parte profetizamos;
1Co 13:10 más cuando venga lo perfecto, entonces lo que
es en parte se acabará.
Lo perfecto llegó cuando se terminó de escribir el Apocalipsis, el
último libro de la Biblia.
Con lo que acabamos de explicar queda desvirtuado el sentido que la
“iglesia del evangelio cuadrangular” quiere dar al bautismo en el E. Santo como
una experiencia posterior a la salvación. No existe ni debemos esperar ninguna
“unción” especial que nos habilite para ejercer los dones de profecía, sanidades, lenguas, milagros, que se mencionan en 1Corintios 12:7-10
Porque si ahora andamos por fe, no necesitamos las señales y prodigios
de estos dones, pero sí de los demás dones que sirven para edificación de la
verdadera Iglesia del Señor, y esos los recibimos cuando, en el momento de la
salvación, el E. Santo viene a morar en nosotros.
(V) La sanidad
física es el trillado argumento que usa el pentecostalismo para adjudicarse el
don de curar enfermedades; ha sido usado y abusado para atraer a grandes
cantidades de personas que padecen algún mal de salud para incorporarlos a sus
filas.
Pero siempre tienen una excusa para no admitir que tal don hoy no está
vigente: si el enfermo no se cura es por
falta de fe.
Suelen usar:
“1Pedro 2:24
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados”
Y también usan:
“ Isaías 53:4
Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado,
por herido de Dios y abatido.
Isa 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”
Pero omiten citar:
Mateo 8:16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos
endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;
Mateo 8:17 para que se cumpliese lo dicho
por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.
Mateo hace una clara relación entre las sanidades físicas que Jesús
había realizado y la profecía de la cruz. La pregunta surge: “¿Murió Jesús en
la cruz solamente por nuestros pecados, para lograr nuestra salvación
espiritual; o murió también por nuestras dolencias, para lograr nuestra sanidad
física?” El hecho de que no sea la voluntad de Dios sanar las dolencias físicas
de todos los creyentes, aun de todos los que tienen una fe madura, es evidencia de que la muerte en la cruz no
provee para la sanidad física en la misma manera que provee para el perdón
de pecados y salvación espiritual. Dios permite algunas enfermedades para
nuestra disciplina y crecimiento espiritual (comp. 2Co_12:8)
El mismo apóstol Pablo que, en el nombre de Jesús, curó a muchos
enfermos, “llevaba un aguijón (enfermedad) en su carne”. Pablo le pidió a Dios
que se lo quitara; pero Dios contestó a esa oración como a tantas: no se lo
quitó, pero le dio a Pablo las fuerzas para soportarlo.
Cristo fue molido y crucificado
como sacrificio por nuestros pecados, y
por sus llagas fueron curadas las enfermedades
de nuestra alma.
Con lo dicho hasta aquí, y mucho más que se podría argumentar al
respecto, se derrumba uno de los principales pilares del “evangelio
cuadrangular”, el de la sanidad.
(VI) El hecho de reemplazar el “Evangelio del Temor, Fuego del Infierno, y Condenación” por el “Evangelio de la Reconciliación y el
Amor’”, es un claro indicio del
encuadramiento de esta iglesia dentro del conjunto de las iglesias que predican
un evangelio “light”, liviano y adulterado para que las palabras pecado,
castigo e infierno, no lastimen los delicados oídos de esos “cristianos
carnales” que se sienten muy cómodos con las promesas de las “grandes cosas”
que Dios tiene preparadas para ellos, las visiones de éxito y prosperidad en
sus vidas etc. etc.
Finaliza
en Parte 5ª
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