Por El Contendor
Resumen de la parte final del artículo “El
conocimiento prohibido” publicado por el pastor José Holowaty:
El
cambio tecnológico, cultural y metafísico que se está gestando anticipa un
futuro dominado por nuevas especies de seres humanos superiores e
irreconocibles. Lo que hará este sueño realidad, son los fondos de los
gobiernos e instalaciones privadas de investigación alrededor del mundo.
Éste incluye entre otras cosas, rediseñar el ADN, en algunos casos de hecho
hasta combinarlo con el de animales, un hecho no sólo reflejado en el
presupuesto de la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa
(cuyas siglas en inglés son DARPA), y el presupuesto del presidente
Obama. Sin embargo, lo que harán estos estudios sobre transhumanismo, no
sólo es alterar nuestro cuerpo y alma, sino que abrirán una puerta que bien
podrá ponernos en contacto con inteligencias invisibles.
Parte de la doctrina del movimiento de la Nueva
Era asegura que el origen de los dioses, y de la raza humana, tal como lo
conocemos hoy, es el resultado directo de la actividad extraterrestre, de los
Ovnis. En la introducción del libro ¿Carrozas de los dioses? de Erich Von Daniken, dice: «Estoy convencido que nuestros antepasados
recibieron visitas del universo en el pasado remoto, aunque todavía no sé
quiénes eran estas inteligencias extraterrestres o de cuál planeta
provenían. No obstante, proclamo que estos ‘desconocidos’ aniquilaron
parte de la humanidad existente en ese tiempo y produjeron una nueva, tal vez
el primer ‘homo sapiens’».
Esto mismo es lo que sugieren las películas de
Hollywood. Fue por eso que la hipótesis de Von Daniken arrasó a Norteamérica
como una tormenta en la década de 1960, con la proposición de que la humanidad
era posiblemente la descendencia de un antiguo, o tal vez continuo, experimento
extraterrestre. Expertos en Ovnis, aseguran que los dioses de la
mitología son la evidencia de encuentros con seres de otros mundos. Están
convencidos que los hombres de la antigüedad, bien pudieron haber creído que
estos viajeros del espacio eran dioses y que por eso registraron su llegada,
sus experimentos y partidas, en jeroglíficos, megalitos y tabletas de piedra,
como encuentros sobrenaturales entre los dioses y los hombres.
Hay quienes aceptan estas hipótesis
como una alternativa humanista al registro bíblico de la creación. Es
increíble advertir cuántas personas creen en tal teoría. Este interés
cada vez más creciente en los Ovnis y en lo paranormal ha dado origen a una
hueste de especiales de televisión y programas semanales que describen estas
criaturas de otros mundos y a esos terceros que aseguran que se han encontrado
con ellas.
Es cierto, como dijéramos al principio de este
artículo, que en la Escritura encontramos un registro de criaturas celestiales
misteriosas que invadieron la tierra y llevaron a cabo experimentos
procreativos, tal como leemos en Génesis 6:4: “Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se
llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron
hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones
de renombre”.
A pesar de la interpretación de estos y otros
registros antiguos, permanece un hecho. Hace miles de años, seres
celestiales visitaron la tierra. Llevaron a cabo experimentos genéticos
sexuales y el resultado fue una raza de mutantes llamados los Nefilims.
La consecuencia final fue el juicio inmediato de Dios, quien le ordenó a Israel
que acabara con los Nefilims y
sus descendientes.
Miles de años después, la Escritura registra en el capítulo 24 de Mateo
que el Señor Jesucristo dijo, que estos eventos que ocurrieron durante los días
de Noé, se comparaban con los días previos al rapto de la Iglesia.
Esta profecía es asombrosa, cuando uno se da
cuenta que la actividad aparente de estos seres celestiales cesó
aproximadamente hasta 1940. Luego, siguiendo al infame incidente de Roswell,
que tuvo lugar en Nuevo México en 1947, las personas alrededor del mundo
comenzaron a tener encuentros con criaturas extrañas que están llevando a cabo
experimentos reproductivos con una regularidad cada vez más creciente.
Uno se ve forzado a preguntarse: ¿Qué está pasando? ¿Quiénes son estas
criaturas? ¿Son los visitantes actuales de los Ovnis, los mismos del
tiempo de Noé? Y si es así, entonces ¿de qué se tratan estos experimentos
reproductivos? Quizá la respuesta
a esta pregunta, se encuentra en el capítulo 6 de Génesis.
Muy pronto, después de la caída del hombre, encontramos en Génesis 3:15,
el proto-evangelio, la promesa de que la simiente de la mujer un día traería a
un niño, a Jesús, quien terminaría por destruir la serpiente, a Satanás.
En respuesta a esta promesa, estos seres sobrenaturales, los ángeles caídos
descendieron del cielo y llevaron a cabo experimentos reproductivos con las
mujeres de la tierra. Con esto, Satanás estaba tratando de contaminar el
linaje humano e impedir así el nacimiento del Mesías. La meta de Satanás
siempre ha sido corromper y por consiguiente, destruir a la descendencia
justa.
Él impulsó a Faraón para que destruyera a los
niños hebreos, y así no pudiera nacer el Señor.
En el Nuevo Testamento, leemos que Herodes trató
de darle muerte al niño Jesús. En el capítulo 12 de Apocalipsis, vemos al
diablo, al dragón, esperando para destruir al Mesías tan pronto naciera de la
mujer.
El doctor y teólogo Isaac David Ellis Thomas, en
su libro La conspiración Omega,
sugiere que en el capítulo 6 de Génesis, Satanás tenía incluso planes
mayores. Asegura que al enviar a los ángeles caídos para que cohabitaran
con mujeres estaba tratando de producir una raza de guerreros mutantes en un
esfuerzo por exterminar a los hijos de Dios.
Desde un punto de vista cristiano, esto podría
explicar cómo los sumerios de Mesopotamia, quienes eran enemigos de Jehová,
surgieron de la nada alrededor del año 3500 A.C., trayendo con ellos un panteón
de deidades, el primer idioma escrito y un conocimiento superior de las
ciencias de la tierra. Esto también explicaría, por qué muchas de las
religiones que siguieron a la mitología sumeria, incluyendo la mitología
griega, emergieron de la idea original de que seres poderosos, con nombres como
«Zeus» y «Apolo», visitaron la tierra,
tuvieron relaciones íntimas con mujeres, y procrearon criaturas híbridas
semi-humanoides.
El doctor Thomas, cree que la actividad reciente de los Ovnis, tal vez
sea un nuevo intento por engendrar una raza guerrera en contra de Dios,
conforme nos aproximamos al final de la edad y a la llegada del Armagedón
¿Acaso apoya el capítulo 6 de Génesis, la teoría
de que criaturas extraterrestres viajaron desde planetas distantes en Ovnis,
llevaron a cabo experimentos reproductivos con las mujeres y después de eso
fueron honrados en los grabados, frescos, imágenes y el folclor de dioses de la
mitología? ¿O está el doctor
Thomas en lo correcto al declarar que la historia en Génesis, es un registro de
los ángeles caídos actuando en armonía con Satanás? ¿No será más bien
que todo esto nos habla del origen de los dioses y del actual fenómeno
interestelar? ¿Estamos experimentando una invasión continua de
científicos intergalácticos o está
Satanás ocupado llevando a cabo su juego más sofisticado en la historia?
Sabemos que el rapto de la iglesia estará
acompañado de “...grandes
terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y
grandes señales del cielo” (Lc. 21:11). ¿No será acaso que
Satanás tal vez está ideando una “invasión
extraterrestre” para explicar la desaparición de tantas personas
simultáneamente?
Si el 80% de los norteamericanos creen en la
posibilidad de la existencia de las inteligencias extraterrestres, ¿no será
esta una forma muy poderosa de engaño? La teología de la Nueva Era ha
fomentado la creencia entre algunas de las iglesias contemporáneas, de que Dios
sacará de la tierra a la comunidad cristiana durante el rapto en platillos
voladores, ¿acaso este fenómeno del avistamiento de los Ovnis no desempeñará un
papel de importancia en el gran engaño que se propagará en la tierra después
del rapto?
Leemos en 2 Tesalonicenses 2:8-12: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a
quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor
de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y
señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se
pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de
que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se
complacieron en la injusticia”.
Las autoridades mundiales que se queden en la
tierra y las que constituirán el gobierno del Anticristo, necesitarán una
explicación para aclarar lo que ocurrió durante el rapto, ¡cuando personas de
todas partes del mundo desaparecerán! Ahora, sólo imagine si el rapto
estuviera seguido por cientos de “platillos
voladores” que aterrizaran en la tierra, piloteados por criaturas que
lucieran como humanoides avanzados, ¿acaso no podrían estas criaturas asegurar
que han removido a los cristianos por medio de un rapto de alta tecnología y
simultáneamente presentar a su líder, el Anticristo como el mesías? ¿No
podría esto señalar hacia los misterios de la antigüedad, los megalitos, las
pirámides y los dioses de la mitología, como prueba de sus primeras visitas al
planeta tierra?
Hace unas décadas, las personas que apoyaban la
actividad de los Ovnis eran objeto de burla. Debido al cúmulo de
evidencia y los relatos de testigos dignos de crédito, este ya no es el caso.
Es algo que no admite duda, que el fenómeno inexplicable de los Ovnis es algo
real. Las noticias de sus avistamientos provienen de todas partes, ¡a una
tasa de seis avistamientos por hora! Se ignora exactamente lo que son y
quiénes los conducen, pero la realidad de esta actividad ya no puede ser
ignorada. Uno concluye que estos seres, o son humanoides avanzados del
espacio exterior, o se trata de un
engaño continuo demoníaco.
Si la actividad actual de los Ovnis es demoníaca
y Satanás por siglos ha planeado una “visita”,
para además de muchas otras cosas, explicar el rapto de la Iglesia, ¿no sería
razonable creer que sus planes incluyen adoctrinamiento e inteligencia
avanzada? Las invasiones militares siempre envuelven maniobras
preliminares y clandestinas, por lo tanto es lógico suponer que los planes de
Satanás para engañar en el pasado, presente y el futuro orden mundial, primero
involucrará estrategias secretas de lavado cerebral, manipulación política y el colocar a sus agentes en lugares de poder.
Aunque creemos que la interpretación del
movimiento de la Nueva Era es incorrecta y que el origen de los dioses es
erróneo, sí compartimos con ellos la gran posibilidad de que los dioses de la
mitología fueron un resultado, tal vez el primer paso, la preparación hacia la
creencia en la existencia de inteligencias super avanzadas, el poder que
energiza el fenómeno de los Ovnis hoy. Lo que los miembros de la Nueva
Era describen como las metas de una civilización extraterrestre altamente
evolucionada, nosotros lo llamamos la
conjura de una criatura perversa sobrenatural.
Como resultado de todo lo que está ocurriendo,
se espera que nuevas formas de percepción entre las cosas visibles e invisibles
desafíen la fe de las personas en muchas formas que son histórica y
teológicamente sin precedente.
Sin comprender lo que se está aproximando en la
investigación y la biotecnología, los creyentes necesitan saber el alcance
sobrenatural de todo esto, porque el destino de cada uno y de sus familias
podría depender de la forma del conocimiento que tengan respecto a este nuevo
cambio.
Tal como estamos tratando de explicar, el poder
detrás de todo este escenario es fusionar al ser humano, con los animales y las
máquinas, a fin de recrear (por decirlo de alguna forma), a la humanidad.
A la fuerza malévola detrás de todo esto, en este siglo XXI, se le llama
progreso, el paso siguiente necesario en la evolución humana.
Los demonios desempeñan un plan muy amplio en la sociedad, lo cual
incluye no sólo controlar o influenciar individuos y pequeños grupos, sino
instituciones y gobiernos. Reconocidos eruditos en profecía están de
acuerdo en que al principio de la torre de Babel, el mundo y sus habitantes
fueron desheredados por la soberanía del Dios de Israel y fueron colocados bajo
la autoridad de seres inferiores corruptos desleales a su voluntad, los cuales
fueron convertidos en dioses y dieron origen a la adoración de los DEMONIOS. Como dice el registro bíblico:
• “Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en
las obras de sus manos se regocijaron. Y Dios se apartó, y los entregó a
que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los
profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios en el desierto por
cuarenta años, casa de Israel?” (Hch. 7:41, 42).
• “Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero Jehová hizo
los cielos” (Sal. 96:5).
• “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo
sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los
demonios” (1 Co. 10:20).
Mientras el dominio de estas entidades y sus
metas son frecuentemente pasadas por alto, la colaboración estrecha entre estos
seres malvados y los “arquitectos sociales no regenerados”(gobernantes y
personajes eminentes), operan en una base regular fuera del alcance de las
incontables multitudes que están ciegas a su realidad. Detrás de los gobernadores, legisladores,
presidentes, e incluso líderes religiosos famosos, estas perversas huestes
espirituales se mueven sin restricciones, controlando la maquinaria de los
gobiernos eclesiásticos y civiles libremente.
Sin embargo, no sólo es posible sobrevivir, sino
triunfar sobre todos estos retos increíbles que presenta esta época. Los
cristianos prevalecerán con el conocimiento debido de la filosofía que se está
gestando, junto con las tecnologías. Esto los capacitará para usar
debidamente la armadura de Dios detallada en la epístola a los Efesios.
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