EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



miércoles, 30 de julio de 2014

LAS GUERRAS DE ISRAEL – Parte II


Por El Contendor

 

Continuando con el tema iniciado en la Parte I, seguiremos con un resumen que nos da el Dr. Walvoord de las persecuciones que sufrió el pueblo judío durante el tiempo que duró la dispersión (diáspora) después que fue expulsado de sus tierras por los romanos en 132 d. C. hasta constituirse el Estado de Israel en 1948.

 

<Los siglos siguientes fueron trágicos para Israel. Afligidos por persecuciones de increíble severidad, hubo un tiempo cuando el total de los judíos se redujo a un millón.  Aborrecidos igualmente por cristianos profesantes y no cristianos, fueron llevados de una nación a otra sin nunca hallar descanso ni prosperidad, salvo por breves períodos.

Según todas las apariencias exteriores, el futuro de Israel era sin esperanza.

En el siglo VIII los árabes tomaron posesión de la antigua tierra de Israel. En el siglo XII, durante un corto período de tiempo, los cruzados cristianos se establecieron en Palestina; pero finalmente fueron derrotados por Saladino en 1187.

Los turcos otomanos  se apoderaron de la Tierra Prometida  en 1517 y siguieron manteniéndola bajo su control hasta que Turquía fue derrotada  en la Primera Guerra  Mundial.

Se inició un dramático giro en el curso de los acontecimientos cuando en 1917 el General Allenby conquistó Jerusalén y comenzó la ocupación británica de Palestina.

Comienzos del tercer retorno:

El retorno de Israel a su tierra estuvo rodeado de muchos problemas, aunque ya en 1871 algunos judíos se las habían ingeniado para regresar. Por 1881 se habían establecido unos 25000 judíos en Palestina.

Hasta entonces no se había declarado formalmente la idea de que Israel volviera a poseer su antigua tierra. Pero se la adoptó en el primer congreso sionista convocado en 1897 por Theodore Herlz .

La meta de reclamar la tierra de Palestina como patria de los judíos errantes, auque aparentemente era un sueño idealista, trajo la luz de la esperanza a los ojos de los judíos dispersos entre las naciones de la tierra.

Por el año 1914, sólo llegaba a 80000 el número de judíos que había en Palestina. Durante la Primera Guerra Mundial, y con el fin de obtener el apoyo de los judíos para los esfuerzos bélicos, el ministro de relaciones británico Arthur J. Balfour, publicó la Declaración de  Balfour el 2 de noviembre de 1917. El texto de la declaración decía: “El Gobierno de Su Majestad ve son agrado el establecimiento en Palestina de una patria para el pueblo judío……….”  Pero la presión del mundo árabe, que no tendría participación en  las gestiones de establecer una patria para Israel, y el deseo de Gran Bretania de mantener la amistad con las naciones árabes, impidieron cualquier cumplimiento de esta promesa.

Poco se había adelantado, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939. Sin embargo, por entonces 400000 judíos se las habían ingeniado para vivir en Palestina a pesar de las severas restricciones que se imponían a la inmigración judía y de las leyes que les impedía a estos poseer bienes raíces.

La Segunda Guerra Mundial que registró la destrucción de millones de judíos durante el régimen nazi, creó las condiciones para una actitud favorable y de simpatía mundial hacia el pueblo judío.

Ciertamente debería haber algún lugar donde el judío errante tuviera su propia patria.

Aunque en 1945 se formó una liga árabe para oponerse a la expansión judía, las  Naciones Unidas con la aprobación de Estados Unidos y Rusia, creó en Palestina una patria para los judíos después de la 2ª Guerra Mundial. El organismo internacional declaró que Palestina se debería dividir en un estado judío y un estado árabe, y se le asignaron 13000 Km2 al naciente Estado de Israel.

El 14 de mayo de 1948, fecha en que terminó el control británico en Palestina, Israel, por primera vez en siglos se constituyó en un estado independiente.

La población de la nueva nación incluía solamente 650000 judíos y y muchos cientos de miles de árabes. No obstante el arreglo fue totalmente inaceptable para el mundo árabe.

Israel fue atacado por todas partes por Egipto, Jordania, Irak Siria, Líbano y Arabia Saudita.

La defensa de Israel fue heroica y al poco tiempo se desorganizaron los ejércitos de sus enemigos.

Aunque cayeron en combate miles de israelíes, al tiempo en que se acordó la tregua que comenzó a regir el 7 de enero de 1949, Israel había extendido su territorio de 13000 a 21000 Km2, incluyendo gran parte del Neguev, el gran desierto que se extiende al sur de palestina.

Desde esa fecha hasta la actualidad, la historia de la nación de Israel ha sido constituida por conflictos interminables y guerras periódicas pero también por un gradual fortalecimiento del nuevo estado.

Desde que Dios hizo la promesa a Abraham hasta el presente, aun no se han cumplido las profecías que se refieren a la bendición y posesión total de la Tierra Prometida por parte de Israel.

El pulso de la historia, con tres salidas sucesivas y tres retornos correspondientes, ha sido dramático. Sin embargo, los sucesos más dramáticos todavía están por delante.>

 

En estos días estamos encontrando decenas de noticias como estas:

 

--“La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, propone a los países de Sudamérica condenar la acción militar de Israel en Gaza. Según informa el canal Telesur, Rousseff ha incluido la situación en Oriente Medio en la agenda de la próxima cumbre de Mercosur e idea una declaración conjunta que condene la "agresión contra el pueblo palestino"

 

 

--“El ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, citado por la agencia AP, ha ordenado a los militares prepararse para "ampliar significativamente la operación terrestre en Gaza".

 

--“Centenares de personas se congregaron frente a la Embajada de Israel en Madrid para manifestarse contra la operación del Ejército de ese país en la Franja de Gaza. Los participantes llevaban pancartas pidiendo libertad para Palestina y exhortaron al Gobierno israelí a poner fin a la matanza de civiles palestinos. 

 

--“[Los movimientos radicales de la Franja de Gaza han lanzado más de 90 misiles contra Israel en las últimas 24 horas, según informó a la agencia Itar-Tass un portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes. Cerca de 70 han explosionado en territorio de Israel, uno de ellos en el patio interior de un colegio de la ciudad de Ashdod. 18 han sido interceptados por los antimisiles de la Cúpula de Hierro, mientras que algunos no atravesaron las fronteras de la Franja”

 

No cabe duda que el mundo entero está contra Israel. El pueblo judío habita en sus tierras de las que aún no ha tomado la posesión completa según correspondería por la legítima herencia que Jehová les ha dado.

Pero el mundo no reconoce esa herencia porque el mundo está bajo la influencia de Satanás.

Veamos lo que nos dice el pastor José Holowaty con respecto a esta afirmación:

 

LA DINÁMICA ESPIRITUAL DETRÁS DEL ANTISEMITISMO

Por José Holowaty

Entonces, ¿qué es lo que realmente hay detrás de este triste fenómeno?  La respuesta más breve es: El mundo odia a Israel, porque el diablo también lo aborrece.

Pero... ¿acaso eso coincide con los hechos?  Sí, sabemos que el diablo y sus secuaces trascienden la historia, que han estado activos en nuestro mundo desde el huerto del Edén.  También la influencia de ellos no se limita a una localidad étnica o geográfica.  Sus actividades tampoco están confinadas a ninguna religión.  El diablo es un consumado ecuménico, él puede trabajar con cualquier religión, incluyendo el “cristianismo” nominal.

La Biblia nos dice, que el actual sistema mundial está bajo el control e influencia de un ser invisible, diabólico y super inteligente, que en Efesios 2:2 se le llama el “príncipe de la potestad del aire”.  En el Antiguo y Nuevo Testamentos, se le conoce por muchos nombres y títulos.  Por ejemplo en Mateo 4:1, se le denomina “el diablo”, en Mateo 4:3 “el tentador”, en Mateo 12:24 “Belzebú, príncipe de los demonios”, en Marcos 1:13 “Satanás”, en 1 Pedro 5:8 “adversario”, en Apocalipsis 12:10 “acusador”, en 2 Corintios 4:4 “el dios de este siglo” y en 2 Corintios 6:15 “Belial”.

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Conclusión

El mundo está en contra de Israel porque el diablo también está.  Y Satanás está en contra de Israel, por lo que representa específicamente.  Pero Dios en su maravillosa gracia, y a pesar de los pecados de la nación guardará su promesa.

El diablo desprecia a Israel por el papel fundamental que esta diminuta nación desempeña en el plan de Dios, y finalmente para su propia caída.  Otra razón de su odio es, porque sabe lo mucho que Dios los ama: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.  No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto” (Dt. 7:6-8).

El odio del diablo contra Israel es intensamente personal.  A él le gustaría acabar con “la niña de su ojo”.  Sin embargo, el propio Dios promete que nunca será así: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.  Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.  Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre” (Jer. 31:33-35).
¡AMÉN!

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