Por El Contendor
Todo cristiano nacido de nuevo, vive rodeado de cadáveres
espirituales; en 1ª Tesalonicenses leemos:
1Ts 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo.
Todo vuestro ser se refiere al hombre espiritual en su
integridad normal, como fue originalmente creado antes de la caída. Las tres partes,
espíritu, alma y cuerpo, cada una en su lugar debido, constituyen el hombre
“entero”, o íntegro.
Por causa del pecado se cortó la comunicación entre Dios
y el hombre.
El “espíritu” enlaza al hombre con Dios, y es aquella
parte más elevada del hombre la que es capaz de recibir al Espíritu vivificador
(1Co_15:47). En los no espirituales, el espíritu está muerto, cubierto
bajo el alma inferior animal (a la cual el espíritu debería dominar),
que tales personas se tildan “animales” no teniendo al Espíritu (véase 1Co_2:14;
Notas,1Co_15:44, 1Co_15:46-48; Joh_3:6). El no creyente
resucitará con cuerpo animal (animado por el alma), pero no como el
creyente con su cuerpo espiritual (investido de espíritu) como el cuerpo
de Cristo.
Nuestro
“YO”, nuestra conciencia y nuestras emociones no están en nuestro cuerpo
mortal, ni en el corazón, tampoco en el cerebro. Están en nuestra alma
inmortal.
Cuando
en la Biblia se menciona el corazón del hombre, se refiere en realidad a su
alma.
Sólo el creyente cristiano, el que ha experimentado el
nuevo nacimiento en Cristo, tiene rehabilitada su comunicación con Dios: "Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados." Efesios 2: 1.
Resumen de un sermón de Charles Haddon Spurgeon
<Todos nosotros
estábamos muertos; y sin embargo, no todos éramos iguales. La muerte puede ser
universal sobre un cierto número de cuerpos, pero esos cadáveres tienen, cada
uno, una apariencia muy diferente…………………………………………..
Vemos a muchas
personas que son atractivas, amigables, moralmente admirables, como aquél a
quien el Salvador miró y amó (Marcos 10:21); sin embargo, a pesar de todo eso,
están muertas. Tenemos a otros que son borrachos, blasfemos, impúdicos; ellos
están muertos, pero no más muertos que los otros; pero su muerte ha dejado sus
terribles huellas más claramente visibles.
El pecado engendra
muerte, y la muerte engendra corrupción. Si estábamos en estado de corrupción o
no, no es un tema que necesito debatir aquí; que cada uno juzgue por sí mismo.
Pero muertos sí estábamos, con absoluta certeza. Aunque hayamos sido educados
por padres piadosos, y hayamos recibido buena instrucción en el esquema del
Evangelio, y hayamos sido saturados de la piedad que nos rodeaba, estábamos
muertos, tan muertos como la prostituta callejera, tan muertos como el ladrón
en la cárcel…………………………………………
El hombre que ha
sido levantado una vez de los muertos por el poder de resucitar del Espíritu
Santo, deja a los muertos; su
antigua compañía ya no le satisface.
Si has sido levantado
de los muertos, y has salido de tu tumba, no irías por las calles con tu sudario encima. Eres un hombre que
vive.
¿Cómo es que
encuentro algunas personas que dicen que son parte del pueblo de Dios, pero a
quienes agrada usar sus vestiduras de la tumba? Quiero decir que les gustan las
diversiones del mundo; les gusta usar a veces la mortaja como un deleite. ¡Oh,
no hagan eso! Si Dios ha hecho que vivan, aléjense de los muertos; aléjense de
sus hábitos, y costumbres, y formas de ser.
La vida no ve ningún
encanto en la muerte. El hijo vivo de Dios quiere alejarse lo más que pueda de
la muerte que una vez lo retuvo con sus lazos. "Salid de en medio de
ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y
seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso." Esa es la primera parte de nuestra posición, que hemos
llegado a vivir ahora una vida separada, y hemos abandonado el camino en que
andábamos antes………………………………………………………………….
Si hemos recibido
la vida, hemos sido resucitados de arriba. "Y él os dio vida a
vosotros." El propio Dios ha tratado con nosotros. Nos ha levantado de los
muertos. Él nos creó al principio; y Él nos ha creado de nuevo. Él nos dio la
vida cuando nacimos; pero ahora nos ha dado una vida más elevada, que no
podríamos encontrar en ninguna otra parte…………………………………………………..
Dios ha revivido
nuestra conciencia como la pupila del ojo; ha hecho que nuestra alma sea tan
sensible como una herida en carne viva, de tal manera que la mera sombra del
pecado proyectada sobre el corazón del creyente le causará gran dolor; y, si
comete pecados, como David (2Samuel 12:9), habla acerca de sus huesos como
siendo quebrantados, y no es una figura demasiado fuerte del dolor que brota en
el corazón creyente cuando ha cometido un pecado, y ha ofendido a Dios.
El propio corazón,
entonces, está quebrantado, y sangra por diez mil heridas. Sin embargo, este es
uno de los resultados de que poseamos nueva vida; y diré esto, el dolor más
agudo de la vida espiritual es mejor que el más sutil gozo de la vida carnal.
Cuando el creyente se encuentra en el peor punto, está mejor que el incrédulo
que pasa por su mejor momento; sus razones para gozar de felicidad están
siempre trascendentalmente por encima de todas las razones de gozo que los
mundanos puedan conocer jamás.>
Entre los cadáveres espirituales que nos rodean
encontramos dos clases: 1) los que están muertos en sus delitos y pecados
atrapados en las concupiscencias del mundo y 2) los zombis espirituales.
Sobre los de la clase (1) hemos hablado más arriba.
En cuanto a la clase (2), a la que he llamado la de los
zombis espirituales, veremos cuáles
serían sus características. Pero primero veamos cómo define “zombi” el diccionario
de la RAE:
ZOMBI: 1. m.
Persona que se supone muerta y que ha sido reanimada por arte de brujería, con
el fin de dominar su voluntad.
Se trata de un
muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. De acuerdo con la creencia, un houngan, bokor
o hechicero
vudú, sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría
sin embargo sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve a
la vida.
Por supuesto,
entienda el lector, que las definiciones[ y
descripciones que hemos dado, en referencia al tema de los zombis, son al solo
efecto de establecer una ANALOGÍA que
nos permita explicar el estado espiritual de este tipo de personas de la clase
(2).
Aplicando esta
ANALOGÍA diremos que los zombis espirituales son los muertos en espíritu que
han sido “resucitados” mediante algunos de esos rituales llevados a cabo
en las “noches de fe milagros y
salvación” por “hechiceros” tales como Carlos “Cash” Luna, Claudio Freidzon,
Carlos Anacondia, Aquiles Azar, Hiram Montalvo, Bernardo Stamateas, etc. etc.
etc…….
Estos “zombis”
espirituales, creen que han “resucitado” espiritualmente, que tienen vida
espiritual, que han restablecido la comunicación con dios (con minúscula) que
pueden orar y alabar, que son salvos, que tienen vida eterna, etc.
Pero la
realidad es que están absolutamente engañados;
nada de eso tienen. Todo es una fantasía creada por sus “hechiceros”
pues la supuesta vida espiritual que
recibieron, (que los han transformados en personas religiosas), NO LES FUE DADA
por el Dios Verdadero. El lugar que debería ocupar el Espíritu Santo en ellos ha sido ocupado por un falso espíritu
religioso creado por el poder del “hechicero” que los ha subyugado. Y ahora su
condición espiritual ha pasado a ser peor que la que tenían cuando eran
solamente muertos espirituales.
Ahora, como
zombis espirituales, tienen la voluntad sometida y dominada por el falso “apóstol”,
“profeta” u “hombre de dios” que los ha
llevado a esa experiencia espiritual, y a él sirven. Experiencia espiritual que muchos han
buscado porque en la palabra lisa y llana del Evangelio, no han encontrado lo
que demandaban sus egos codiciosos, lujuriosos y ambiciosos.
Nada de esto
les ofrecía el Señor Jesucristo en su Evangelio. Nada que pudiera satisfacer la
codicia, la lujuria y la ambición. Por esto han desechado a Cristo para ir en
pos de su gurú o hechicero, ellos prometen salud, prosperidad, riquezas y
también vida eterna.
“Estimados zombis espirituales, (ustedes saben a
quién me dirijo), ustedes ESTÁN MUERTOS en sus delitos y transgresiones,
¡sacúdanse ese espíritu de maldad que han recibido de sus engañadores! Busquen
al Dios Verdadero y vuélvanse a Él, “Y Él os dará vida a vosotros””
Esa es la verdadera vida, la que viene de Dios. Ningún
gurú, hechicero, apóstol, profeta, pastor, maestro etc. puede dar la vida a
nuestro espíritu; ¡¡sólo en Cristo tenemos vida, y vida eterna!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario