EL CONTENDOR POR LA FE

Dedicatoria:



A la Revista Evangélica homónima que se publicó entre los años 1924 al1993. A sus Directores y Redactores a quienes no conocí personalmente, pero de quienes tomé las banderas, para tratar de seguir con humildad el camino de servir a Dios trazado en la revista durante casi 70 años.



jueves, 18 de septiembre de 2014

CADÁVERES ESPIRITUALES.


Por El Contendor

 

Todo cristiano nacido de nuevo, vive rodeado de cadáveres espirituales; en 1ª Tesalonicenses leemos:

1Ts 5:23  Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Todo vuestro ser se refiere al hombre espiritual en su integridad normal, como fue originalmente creado antes de la caída. Las tres partes, espíritu, alma y cuerpo, cada una en su lugar debido, constituyen el hombre “entero”, o íntegro.

Por causa del pecado se cortó la comunicación entre Dios y el hombre.

El “espíritu” enlaza al hombre con Dios, y es aquella parte más elevada del hombre la que es capaz de recibir al Espíritu vivificador (1Co_15:47). En los no espirituales, el espíritu está muerto, cubierto bajo el alma inferior animal (a la cual el espíritu debería dominar), que tales personas se tildan “animales” no teniendo al Espíritu (véase 1Co_2:14; Notas,1Co_15:44, 1Co_15:46-48; Joh_3:6). El no creyente resucitará con cuerpo animal (animado por el alma), pero no como el creyente con su cuerpo espiritual (investido de espíritu) como el cuerpo de Cristo.

Nuestro “YO”, nuestra conciencia y nuestras emociones no están en nuestro cuerpo mortal, ni en el corazón, tampoco en el cerebro. Están en nuestra alma inmortal.

Cuando en la Biblia se menciona el corazón del hombre, se refiere en realidad a su alma.

Sólo el creyente cristiano, el que ha experimentado el nuevo nacimiento en Cristo, tiene rehabilitada su comunicación con Dios: "Y Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados." Efesios 2: 1.

 

Resumen de un sermón de Charles Haddon Spurgeon

 

<Todos nosotros estábamos muertos; y sin embargo, no todos éramos iguales. La muerte puede ser universal sobre un cierto número de cuerpos, pero esos cadáveres tienen, cada uno, una apariencia muy diferente…………………………………………..

 

Vemos a muchas personas que son atractivas, amigables, moralmente admirables, como aquél a quien el Salvador miró y amó (Marcos 10:21); sin embargo, a pesar de todo eso, están muertas. Tenemos a otros que son borrachos, blasfemos, impúdicos; ellos están muertos, pero no más muertos que los otros; pero su muerte ha dejado sus terribles huellas más claramente visibles.

El pecado engendra muerte, y la muerte engendra corrupción. Si estábamos en estado de corrupción o no, no es un tema que necesito debatir aquí; que cada uno juzgue por sí mismo. Pero muertos sí estábamos, con absoluta certeza. Aunque hayamos sido educados por padres piadosos, y hayamos recibido buena instrucción en el esquema del Evangelio, y hayamos sido saturados de la piedad que nos rodeaba, estábamos muertos, tan muertos como la prostituta callejera, tan muertos como el ladrón en la cárcel…………………………………………

 

El hombre que ha sido levantado una vez de los muertos por el poder de resucitar del Espíritu Santo, deja a los muertos; su antigua compañía ya no le satisface.  

Si has sido levantado de los muertos, y has salido de tu tumba, no irías por las calles  con tu sudario encima. Eres un hombre que vive.

¿Cómo es que encuentro algunas personas que dicen que son parte del pueblo de Dios, pero a quienes agrada usar sus vestiduras de la tumba? Quiero decir que les gustan las diversiones del mundo; les gusta usar a veces la mortaja como un deleite. ¡Oh, no hagan eso! Si Dios ha hecho que vivan, aléjense de los muertos; aléjense de sus hábitos, y costumbres, y formas de ser.

La vida no ve ningún encanto en la muerte. El hijo vivo de Dios quiere alejarse lo más que pueda de la muerte que una vez lo retuvo con sus lazos. "Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso." Esa es la primera parte de nuestra posición, que hemos llegado a vivir ahora una vida separada, y hemos abandonado el camino en que andábamos antes………………………………………………………………….

Si hemos recibido la vida, hemos sido resucitados de arriba. "Y él os dio vida a vosotros." El propio Dios ha tratado con nosotros. Nos ha levantado de los muertos. Él nos creó al principio; y Él nos ha creado de nuevo. Él nos dio la vida cuando nacimos; pero ahora nos ha dado una vida más elevada, que no podríamos encontrar en ninguna otra parte…………………………………………………..

Dios ha revivido nuestra conciencia como la pupila del ojo; ha hecho que nuestra alma sea tan sensible como una herida en carne viva, de tal manera que la mera sombra del pecado proyectada sobre el corazón del creyente le causará gran dolor; y, si comete pecados, como David (2Samuel 12:9), habla acerca de sus huesos como siendo quebrantados, y no es una figura demasiado fuerte del dolor que brota en el corazón creyente cuando ha cometido un pecado, y ha ofendido a Dios.

El propio corazón, entonces, está quebrantado, y sangra por diez mil heridas. Sin embargo, este es uno de los resultados de que poseamos nueva vida; y diré esto, el dolor más agudo de la vida espiritual es mejor que el más sutil gozo de la vida carnal. Cuando el creyente se encuentra en el peor punto, está mejor que el incrédulo que pasa por su mejor momento; sus razones para gozar de felicidad están siempre trascendentalmente por encima de todas las razones de gozo que los mundanos puedan conocer jamás.>

 

Entre los cadáveres espirituales que nos rodean encontramos dos clases: 1) los que están muertos en sus delitos y pecados atrapados en las concupiscencias del mundo y 2) los zombis espirituales.

Sobre los de la clase (1) hemos hablado más arriba.

En cuanto a la clase (2), a la que he llamado la de los zombis espirituales,  veremos cuáles serían sus características. Pero primero veamos cómo define “zombi” el diccionario de la RAE:

ZOMBI: 1. m. Persona que se supone muerta y que ha sido reanimada por arte de brujería, con el fin de dominar su voluntad.

Se trata de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. De acuerdo con la creencia, un houngan, bokor o hechicero vudú, sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría sin embargo sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve a la vida.

Por supuesto, entienda el lector, que las definiciones[ y descripciones que hemos dado, en referencia al tema de los zombis, son al solo efecto de establecer una ANALOGÍA  que nos permita explicar el estado espiritual de este tipo de personas de la clase (2).

Aplicando esta ANALOGÍA diremos que los zombis espirituales son los muertos en espíritu que han sido “resucitados” mediante algunos de esos rituales llevados a cabo en  las “noches de fe milagros y salvación” por “hechiceros” tales como Carlos “Cash” Luna, Claudio Freidzon, Carlos Anacondia, Aquiles Azar, Hiram Montalvo, Bernardo Stamateas, etc. etc. etc…….

Estos “zombis” espirituales, creen que han “resucitado” espiritualmente, que tienen vida espiritual, que han restablecido la comunicación con dios (con minúscula) que pueden orar y alabar, que son salvos, que tienen vida eterna, etc.

Pero la realidad es que están absolutamente engañados;  nada de eso tienen. Todo es una fantasía creada por sus “hechiceros” pues la supuesta vida espiritual que recibieron, (que los han transformados en personas religiosas), NO LES FUE DADA por el Dios Verdadero. El lugar que debería ocupar el Espíritu Santo  en ellos ha sido ocupado por un falso espíritu religioso creado por el poder del “hechicero” que los ha subyugado. Y ahora su condición espiritual ha pasado a ser peor que la que tenían cuando eran solamente muertos espirituales.

Ahora, como zombis espirituales, tienen la voluntad sometida y dominada por el falso “apóstol”, “profeta”  u “hombre de dios” que los ha llevado a esa experiencia espiritual, y a él sirven. Experiencia espiritual que muchos han buscado porque en la palabra lisa y llana del Evangelio, no han encontrado lo que demandaban sus egos codiciosos, lujuriosos y ambiciosos.

Nada de esto les ofrecía el Señor Jesucristo en su Evangelio. Nada que pudiera satisfacer la codicia, la lujuria y la ambición. Por esto han desechado a Cristo para ir en pos de su gurú o hechicero, ellos prometen salud, prosperidad, riquezas y también vida eterna.

“Estimados zombis espirituales, (ustedes saben a quién me dirijo), ustedes ESTÁN MUERTOS en sus delitos y transgresiones, ¡sacúdanse ese espíritu de maldad que han recibido de sus engañadores! Busquen al Dios Verdadero y vuélvanse a Él, “Y Él os dará vida a vosotros””
Esa es la verdadera vida, la que viene de Dios. Ningún gurú, hechicero, apóstol, profeta, pastor, maestro etc. puede dar la vida a nuestro espíritu; ¡¡sólo en Cristo tenemos vida, y vida eterna!!

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