Por El Contendor
Desplegaremos
primero por partes, todo el material bíblico con el cual podremos fundamentar
este tema acerca de los “creyentes” engañados ¿o por qué no también
auto-engañados?
No hay cosa
más terrible que engañar a alguien haciéndole creer que es salvo cuando en
realidad no lo es. O cometer el error fatal de suponer que se es salvo y no ser
salvo.
En un caso o
en el otro el falso “creyente” está
jugando su destino eterno.
En Mateo 7:22
Jesús dice: “Muchos me dirán en aquél día…..”
Si observamos
lo que dice en Mateo 7:13 “……………………muchos
son los que entran por ella”, vemos que en ambos casos existen y existirán gran
cantidad de condenados “en aquél día”.
“Aquél día” es
el día en que cada uno deberá comparecer delante del Señor en su carácter de
Juez.
Pero todo ya
se habrá definido antes, durante el tiempo que le haya tocado vivir en el
cuerpo a cada persona.
Es muy común
en los funerales, que alguien diga algunas palabras de despedida dedicadas a la
persona fallecida. Generalmente son palabras elogiosas sobre su personalidad,
sobre su vida, sobre su familia, etc. Pero también se agrega alguna frase sobre
su destino eterno, como por ejemplo, “Allí, donde estés…..” o “Estás
descansando en el cielo….” O frases por el estilo.
¿Por qué a nadie
se le ocurre mencionar al INFIERNO?
Yo les diré: porque a nadie, incluyendo a los que se
dicen ateos, les gustaría imaginar que ese amigo, ese familiar, esa persona
querida que dejó este mundo haya tenido que escuchar de boca del mismo Señor
Jesucristo las tremendas palabras: “Nunca os conocí; apartaos de mí,
hacedores de maldad.”
Mat 7:21 No todo el que me
dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mat 7:22 Muchos me dirán en
aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos
fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Mat 7:23 Y entonces les
declararé: Nunca
os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
¿Quiénes son estas personas engañadoras, engañados y auto-engañados, ya
sea que pertenezcan a iglesias o sean pastores o predicadores?
Son aquéllos a que se refiere Jesús cuando les dice: (Lucas 6:46)
Luc
6:46
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y NO HACÉIS LO QUE YO DIGO?
Tanto en Mateo 7:21 como en Lucas 6:46 comprobamos que
hacer la voluntad de Dios, y OBEDECER a lo que Jesús nos manda que hagamos, esto demuestra
que somos hijos de Dios,
Que somos ciudadanos del Cielo.
Escuchemos sobre este tema del engaño al predicador PAUL WHASHER:
< Hay dos
importantes doctrinas en la fe cristiana: la primera de ella es comúnmente
llamada “La seguridad del Creyente”, que cada persona que ha creído
verdaderamente en Jesucristo ha nacido de nuevo y está seguro. El mismo Dios
que los salvó, los mantendrá a salvo –“Seguridad del creyente”-.
Pero hay otra
doctrina de la que no escuchamos mucho: “la doctrina de la Garantía”.
Es cierto que cada
verdadero creyente es guardado por el poder de Dios, esa es la doctrina de la
seguridad pero, la doctrina de la “Garantía” es esta: ¿cómo puedes tú estar
seguro de que eres un verdadero creyente? He tenido personas que me dicen:
“Bueno, yo sólo sé que sé”.
Yo les digo: (Proverbios
14:12) “Hay camino que al hombre le
parece derecho;
Pero su fin es camino de muerte”.
He escuchado
gente que me dice: “Bueno, yo sé en el fondo de mi corazón que soy salvo”. La
Biblia dice:
(Jeremías 17:9) “Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Va más allá del conocimiento en su engaño. Así que ¿de
verdad quieres confiar en una mente que es defectuosa? ¿De verdad quieres
confiar en un corazón que puede ser perverso?
Aun he escuchado a personas decirme: “Yo sé que soy salvo
porque el predicador me dijo que yo era salvo”.
¿Y desde cuándo el hombre tiene tal autoridad?. Y luego
lo peor de todo: “Yo sé que soy salvo porque he caminado con Dios”.
Mi querido amigo: si tú no estás caminando con Dios ahora
no puedes tener ninguna seguridad de que alguna vez hayas sido salvo.
No estamos hablando aquí que si tu caminas con Dios estás
salvo y que si dejas de caminar con Dios entonces pierdes la salvación.
Lo que te estamos diciendo es esto: Tenemos la seguridad
de que le hemos conocido, no porque sólo una vez nos arrepentimos, ¡sino porque
seguimos en arrepentimiento HOY!
Y no es que creímos
sólo una vez, sino que seguimos creyendo HOY!
No es que sólo una vez caminamos con Él, ¡Sino que
continuamos caminando con Él HOY!
(Filipenses 1:6) “estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
Dice en el
capítulo 13 verso 5 de 2ªCorintios:
“Examinaos
a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os
conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis
reprobados?”>
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