Por El Contendor
Si vamos a hablar de algo, primeramente debemos definirlo
correctamente:
Según la R.A.E. en su diccionario define:
CORRUPCIÓN
4. f. Der. En las
organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la
utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.
Este espacio de internet no está destinado, precisamente,
a debatir, informar o anunciar temas relacionados con la actividad política de
un país.
Pero, cierto es que, siendo la actividad política algo
que incumbe al hombre o a la mujer, cualquier ser humano, crea o no crea que
exista un Dios, deberá rendirle cuenta a Él por todos sus actos buenos o
perversos.
En consecuencia, en esta página de hoy de El Contendor,
estará destinada a advertir, o más que nada a concientizar, a los gobernantes
sobre las consecuencias eternas que
les acarrearán sus actos realizados como funcionarios públicos en perjuicio del
país que están gobernando.
No solamente el haber impulsado y aprobado leyes aberrantes como las del matrimonio
homosexual, la de identidad de género, la del aborto, etc. que se desvían y
contradicen las leyes de Dios, sino también la CORRUPCIÓN que se extiende como
una lepra a todos los niveles del gobierno, todos estos hechos son pecados
gravísimos por los que tendrán que comparecer ante el tribunal de Cristo desde
el gobernante más encumbrado hasta el más pequeño burócrata que se haya
beneficiado indebidamente en perjuicio de sus gobernados.
Para corroborar lo de las leyes aberrantes, por una
noticia reciente, me he enterado que una diputada del partido del gobierno,
presentó un proyecto de ley para pagarle un subsidio de $8000,- a los TRAVESTIDOS. Esta suma de dinero es el
equivalente al salario promedio de un empleado de comercio en la Argentina. ¡Lo
que acabo de decir, me exime de todo comentario!
Mi país figura, vergonzosamente, entre los cinco países
que tienen los estados más corruptos del mundo. Enormes sumas de dinero que se
esquilman de los ciudadanos que cobran un salario, o que obtienen ingresos como
profesionales, comerciantes, industriales etc, son canalizadas hacia las arcas de los gobernantes corruptos. Ese
dinero, acaparado por la avaricia de estos funcionarios, es el que se les ha
negado a los que viven en la pobreza y aún en la indigencia.
Los recursos económicos de un país que se malversan sin
el más mínimo escrúpulo lleva al funesto resultado de cientos de miles de
familias que agonizan llevados a una
vida miserable privados de sustento, viviendas, salud, educación y muchas
otras cosas que hacen a la dignidad del ser humano.
Mientras tanto, los funcionarios corruptos, acumulan con
avaricia enormes fortunas imposibles de agotar aún para sus tataranietos.
Se comportan como si Dios no existiera, porque si se
detuvieran a contemplar las consecuencias de su corrupción, de su avaricia,
temblarían de temor imaginando el castigo que el justo Juez hará caer sobre
ellos.
Dios, en su soberanía, puede decidir juzgar y condenar a
aquéllos impíos cuyos actos merezcan un castigo inmediato.
Tenemos en Sud América dos ejemplos recientes de cómo el
castigo divino se anticipa sobre aquellos gobernantes cuyos actos malvados y
corruptos han excedido los límites de la paciencia divina. Estos son Hugo
Chávez y Néstor Kirchner. Ellos “hicieron
lo malo ante los ojos de Jehová” y fueron cortados de esta Tierra.
Aunque los impíos no lo crean los ojos de Jehová no dejan
de vigilar los actos de los gobernantes. Por tal motivo encontramos en la
Biblia muchas veces las frases “hizo lo malo ante los ojos de Jehová”
y también la frase “hizo lo bueno ante los ojos de Jehová”
aplicadas al desempeño de los gobernantes bíblicos
(reyes).
Desde los funcionarios más altos hasta los más bajos que
gobiernan la Argentina han seguido un proceso de degradación humana que los ha
llevado a convertirse en seres malvados, cauterizados de conciencia, que tienen
en su corazón un ídolo entronizado: Mammón,
el dios de las riquezas y el dinero.
El proceso que produce la transformación es: CODICIA >
CORRUPCIÓN > AVARICIA.
La codicia pone en marcha el proceso, la corrupción es el
medio para satisfacer a la codicia, y el avaro es el producto final del
proceso.
El avaro es un monstruo hambriento de dinero y de
riquezas que no tiene ningún escrúpulo en destruir a una nación, si esto
conviene al interés de acrecentar su fortuna.
El avaro no tiene medida para acumular, él siempre se
esforzará para conseguir más.
En este país tenemos una gran cantidad de avaros en el
gobierno, para ellos les invito a leer esta parábola que relató el Señor
Jesucristo:
Lucas 12:16
También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico
había producido mucho.
Luc 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué
haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
Luc 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y
los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;
Luc 12:19
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años;
repósate, come, bebe, regocíjate.
Luc 12:20
Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que
has provisto, ¿de quién será?
Luc 12:21
Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
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